Es muy rico comer alimentos rebosados. No hay manera de resistirse a unos buenos filetes empanados o por supuesto algún pollo, filetes de pescado o simplemente huevo con pan rallado. Todos los alimentos que tengamos delante mejoran cuando lo pasamos por un poco de harina o pan rallado.
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Cada vez que tenemos ese plan ya que los rebozados están deliciosos, es muy difícil no poner la cocina patas arriba y terminar dejando harina o pan rallado por todas partes de la mesada. Y eso es algo que nos da mucho desgano porque lo peor es que luego hay que limpiar todo.
Los famosos chef cuentan con elementos claves para que quede todo en orden y limpio. En el caso de lo que sea que quieres rebozar y en el ingrediente que lo quieras rebozar, solo estás a una bolsita hermética de dejar de liarla en la cocina.
Por lo general todos llenamos un plato de harina o de pan rallado y hundir los alimentos en ellos para que se impregnen del rebozado es algo que no siempre sale bien. Y no nos referimos al sabor, que por supuesto conseguimos el rebozado crujiente de toda la vida, sino a que hay que ser un muy tranquilo para conseguir no derramar nada del recipiente.
La idea es que no hagas un rebozado en un plato o en un recipiente, lo tienes que echar en una bolsa hermética de las que, seguro tienes por casa para guardar sándwiches o frutos secos. Cuando tengas la bolsa con el relleno solo tienes que meter dentro aquellos alimentos que quieras rebozar -preferiblemente uno por uno- y darle unos buenos meneos para conseguir empaparlo bien. Cualquier alimento que quieras rebozar es digno de estar en esa bolsa.