Hay síntomas muy puntuales que nos darán indicios que lago está mal en nuestro cuerpo. Cuando eso pasa en los niños es muy complicado dilucidar donde es la dolencia puntual ya que ellos no saben cómo explicarlo y los padres deben estar atentos a todo lo que ocurre con la salud de ellos.
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Es muy común que existan muchos alimentos que causen una reacción en el cuerpo provocando reacciones adversas. En el caso de las intolerancias, el organismo no puede asimilar correctamente un alimento o uno de sus componentes por lo tanto, es fundamental detectarlo a tiempo y sobre todo si es en niños.
En general, los síntomas de la intolerancia alimentaria son similares a los digestivos causados por las alergias inmediatas: náuseas, diarrea y dolor abdominal. Las intolerancias alimentarias son habituales entre los menores. De acuerdo con la Asociación Española de Pediatría (AEP), las más frecuentes son a la lactosa y al gluten.
En el caso de los síntomas de una intolerancia alimentaria en el caso de la lactosa pueden ser diferentes. El cuadro típico puede incluir dolor abdominal de tipo cólico, distensión abdominal, flatulencia, pérdida de peso o escasa ganancia ponderal, desnutrición, diarrea, heces ácidas y vómitos. Si hablamos de intolerancia a la alergia no son lo mismo. En este último caso, sí tiene lugar una reacción adversa producida por un mecanismo inmunológico.
En definitiva, si el niños cuenta con un cuadro típico de intolerancia alimentaria los síntomas que se van a incluir son el dolor abdominal de tipo cólico, flatulencia, pérdida de peso o escasa ganancia ponderal y vómitos. Según los profesionales de la salud estos son los tres típicos síntomas que nos van a dar el indicio que algo está mal por lo que hay que consultar rápidamente a un médico.