Si bien el consumo de frutos secos es una práctica diaria muy habitual y saludable ya que aportan una gran cantidad de antioxidantes, minerales y ácidos grasos esenciales, hay algunos que pueden ser extremadamente tóxicos para nuestra salud, además de ser el origen de algunas de las alergias alimentarias más graves que existen. En concreto, hay un fruto seco que, si se come crudo, podría llegar a causar la muerte, y es uno de los más consumidos en nuestro país, se trata del anacardo.
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El anacardo, el fruto seco más peligroso
SI bien es el más peligroso, también es el más consumido en todo el mundo. Lo cierto es que consumido de forma correcta, es decir nunca crudo, este fruto seco tiene muchos beneficios para nuestra salud, gracias a su alto contenido en proteínas de alta calidad, aminoácidos, magnesio y hierro.
Además, es una fuente altísima de carbohidratos, por encima de las almendras y las nueces, por lo que supone un gran aporte de energía. Entre sus beneficios destacan sus efectos sobre la salud ósea y vascular, la memoria y la anemia. Sin embargo, el anacardo crudo es extremadamente tóxico y puede traer consigo la muerte. Si quieres saber por qué, sigue leyendo.
Urushiol, la sustancia más tóxica
La clave es nunca consumir los anacardos crudos. Por suerte, la única forma en la que nos encontramos este fruto en España es de forma frita o tostada y siempre tras haber pasado un riguroso proceso de seguridad alimentaria. El fruto del anacardo, originario de Brasil, está rodeado de una nuez cuya cáscara que contiene una resina altamente tóxica llamada “urusihol”, un tipo de aceite que se encuentra también en la hiedra venenosa.
Qué puede pasar si comemos anacardo crudo
El urushiol es una sustancia extremadamente tóxica y peligrosa para nuestra salud. Su consumo puede traer consigo consecuencias extremadamente graves para nuestro organismo, poniendo en riesgo la vida de una persona. Sin embargo, lo más común es que provoque afecciones dermatológicas graves, que pueden darse con el simple roce de la piel con la resina tóxica de este fruto seco. Esto se debe a que el simple contacto con la piel del líquido de la cáscara del anacardo produce quemaduras y llagas y es el causante de cuadros de dermatitis severa.