Tras una intensa semana de trabajo o estudio, el fin de semana representa ese espacio de tiempo vital donde las normas se relajan y no nos vemos esclavizados a la rutina de unos horarios tan marcados. Un hábito tan automático como retrasar el horario de las comidas el sábado y domingo puede hacerte engordar hasta 4 kilos.
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Esta ha sido una de las conclusiones de un estudio elaborado por la Universidad de Barcelona y que ha determinado como una irregularidad en los horarios de las comidas a lo largo del fin de semana podría estar relacionada con un incremento del índice de masa corporal. Según explica la propia institución universitaria, estos resultados se demostraron independientemente de otros factores que afectan al peso como calidad de la dieta, el nivel de ejercicio físico o las diferencias del sueño durante el fin se semana.
De esta forma, el trabajo demuestra cómo podría influir un cambio de hábito en el horario de las comidas durante el fin de semana en el aumento de peso, un proceso que han denominado “eating jet lag" y que serviría como un elemento más a tener en cuenta en la prevención de trastornos alimenticios como la obesidad.
El hábito de comer a horarios diferentes a los que nuestro cuerpo está acostumbrado durante el fin de semana se convierte así en un factor que nos haría engordar. Recientemente se ha demostrado que nuestro organismo asimila de forma diferente las calorías dependiendo el momento del día en el que ingerimos la comida.
Los investigadores afirman así que cuando comemos a deshoras durante el fin de semana por ejemplo, nuestro cuerpo recibe una orden inusual y puede llegar a metaboliizar de forma distinta los alimentos y, en consecuencia, hacernos engordar. El estudio, que ha contado con la participación de más de 1.000 adultos de 18 a 25 años de España y México.