Un influencer es definido como aquella persona que posee una gran habilidad para comunicar y atraer a la audiencia, además de tener una gran capacidad para generar contenidos de forma constante en su smartphone, tablet o canal online. Para ser más específicos, un influencer gastronómico es aquel que tiene concentrado su contenido en las recetas, restaurantes o incluso en recomendar el consumo de ciertas marcas alimenticias.
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Las pizzas, hamburguesas y bocadillos son los alimentos más recomendados por los influencers gastronómicos, sin importar el precio o la marca. Pero, recientemente, un decreto del Ministerio de Consumo incluyó una medida para regular la publicidad de los alimentos para menores. La misma deberá entrar en vigor a finales del 2022 y obligará a la industria alimenticia a replantear toda de su estrategia de marketing dirigida a los más pequeños.
Es por eso que los influencers gastronómicos, cocineros y personas de relevancia o notoriedad pública, como dice el decreto, ya no podrán recomendar alimentos o “comida chatarra” en los contenidos que generen y difundan. Es decir, que estas personalidades ya no podrán realizar colaboraciones con cadenas de comida rápida o de bollería, siempre y cuando esa publicidad se enfoque en el público infantil o se publicite en horarios o espacios aptos para menores.
El decreto no solo se enfoca en los influencers gastronómicos, ya que también incluye a madres o padres, educadores, docentes, profesionales de programas infantiles, deportistas y artistas. Además, la medida aclara: “Sean reales o ficticios”, ya que buscan incluir a cualquier persona que sea un modelo a seguir para los menores de edad.
Atrás quedaron los comerciales de hamburguesas o comida chatarra con nuestros cantantes, influencers gastronómicos o personalidades favoritas. Pero sin dudas esto también perjudica a las cadenas y empresas de alimentos, quienes ahora deberán pensar en nuevas estrategias y publicidades para atraer a los consumidores.