Hervir un huevo es una de las tareas más sencillas del mundo de la gastronomía, no requiere de mucha destreza culinaria simple y rápidamente se puede lograr. El único inconveniente es que algunas veces inesperadamente suele romperse la cáscara arruinando todo el proceso.
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El motivo más común por el que se rompen mientras lo hervimos es porque no resisten la presión y su cáscara se agrieta. La presión la genera el mismo aire que se encuentra dentro del huevo y que a temperaturas tan elevadas se expande y presiona rompiendo la cáscara del huevo que es más débil.
Ahora bien, cómo podemos evitar esas grietas y roturas en el huevo que tanto nos perjudica al momento de hervirlo. El primer consejo básico sería retirarlos de la nevera al menos 30 min antes de utilizarlos, con ello buscamos que ya se encuentre a una temperatura ambiente y que el cambio temperatura en el agua hirviendo no sea tan grande.
Otra alternativa para tus huevos sería agregar una cucharada de sal o algunas gotas de vinagre al agua hirviendo para que la cáscara se contraiga y no se agriete. Aunque no parezca algo tan simple puede ser la diferencia entre la cocción correcta o no de nuestros huevos en la olla.
Por último, un alternativa un poco más compleja pero eficiente sería crear con un alfiler un pequeño orificio en el costado más ancho del huevo donde se encuentra el aire para poder liberarlo y que salga por allí cuando la temperatura lo haga expandirse. Como agregado a este truco, verás como los huevos serán mucho más fáciles de pelar cuando ya estén cocinados. Ya los tienes, la próxima vez que tengas que cocinar huevos intenta estos simples pero efectivos trucos y verás como la cocina se transforma en algo más fácil y rápido.