El huevo es una de las bases de nuestra alimentación. Tanto la clara de huevo como la yema aportan múltiples beneficios a nuestro organismo, pero debemos ser cuidados en su consumo y prestar atención a sus características. En este sentido, si encontramos clara de huevo roja es aconsejable desechar por completo el huevo.
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Como bien sabemos, el huevo es rico en vitaminas B12, A y D y fósforo, potasio, sodio y magnesio, entre otros nutrientes. Los huevos además son ricos en proteínas, fundamentales para la formación de enzimas y anticuerpos. Este alimento puede contribuir al desarrollo del cerebro y el buen funcionamiento del hígado. Además, también previene enfermedades de la vista gracias al contenido de carotenoides. Otro de los muchos beneficios del huevo es la aportación de ácido fólico, vital durante el embarazo, ya que disminuye el riesgo de enfermedades al embrión.
Pues bien, ahora que hemos visto las propiedades del huevo y la importancia de su consumo para nuestra salud debemos atender a sus características y, concretamente, al color que encontramos en la clara de huevo cuando lo rompemos para elaborar cualquier receta. Existen diferentes puntos donde percibir la clara de huevo roja y es mas habitual encontrar un pequeño punto de este color junto a la yema. No obstante, si encontramos una clara totalmente roja se debe desechar por completo.
La clara de huevo roja o de color rosado se debe a la presencia de una bacteria denominada pseudomona que puede ser perjudicial para nuestra salud. Este es uno de los indicadores más claros del mal estado del huevo, pero existen otros que no debemos descuidar. Te los contamos.
Debemos desechar un huevo cuando, como hemos mencionado, presenta la clara de huevo roja o de color alterado, puede ser rosado pero también verde, sabremos ahora que este alimento está invadido por una bacteria. Las manchas negras o verdes en cualquier zona del huevo son otro indicador de alerta, así como un olor desagradable tanto cuando cocemos como cuando freímos el huevo.