Ollas y satenes de acero inoxidable son elementos básicos en la cocina del hogar, el cuál si se cuida correctamente puede durar hasta años en buenas condiciones. Por desgracias muchas veces se cometen errores sin siquiera darse cuenta, dañando significativamente el acabado de los utensilios. Por eso, te vamos a comentar algunos errores de limpieza que se cometen sin querer y dañan los artefactos.
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Sustancias abrasivas
Al momento de la limpieza a los utensilios, es importante considerar cuál es la sustancia que se utiliza o de lo contrario el material podría sufrir daños, como es el caso del acero inoxidable. Cuando los elementos que recubren su capa entran en corrosión desgastan y rayan el acero causando oxidación con el paso del tiempo. Te recomendamos evitar las sustancias de limpieza que sean muy fuertes y no están destinados para electrodomésticos.
Agua dura
Tal vez hayas notado que después de una buena limpieza el acero inoxidable queda manchado con gotas duras de agua, pues esto se debe a que lleva a cabo el proceso final adecuado para dejar todo limpio. Siempre que hayas finalizado la limpieza de ollas o sartén, es importante que seques con un paño limpio y seco toda la superficie, en especial la parte que contenga más agua, de no ser así las marcas aparecerán y muy probablemente sea complicado desmanchar en un futuro.
Esperar para limpiar
Uno error muy común y que más dañan al acero inoxidable es dejar la mancha hasta tener tiempo para limpiarla, incluso aunque hayan pasado varios días. Lo más apropiado es limpiar inmediatamente después de que se note una mancha de suciedad o de lo contrario será más difícil de limpiar y podrías verte en la obligación de utilizar sustancias más abrasivas que dañarán el acabado.
Usar lejía
El uso de la lejía es un elemento básico en la limpieza del hogar, pero desafortunadamente no es compatible con el acero inoxidable por lo que no deberás limpiar con esta sustancia a menos de que quieras dañar tus productos de acero. Al utilizarlo la corrosión de esta fuerte sustancia podría corroer el metal y causar un desgaste lo que dañará gravemente el acabado. Lo mejor es asegurarse de revisar las etiquetas para evitar esta sustancia incluso en algunos limpiadores.
No enjuagar
Por último, no enjuagar ollas y sartén de acero inoxidable, es un gran error. Aunque utilices los métodos adecuados y las sustancias correctas, si te pasas el importante paso de enjuagar y después secar podrías estar dañando significativamente el acabado de acero inoxidable. Después de cada limpieza no olvides enjuagar los excesos de producto para removerlo por completo y así evitar cualquier mancha y daño.