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¿Cómo conseguir que los hielos no se derritan? 7 técnicas infalibles

Si con el aumento de las temperaturas tienes la idea de partir a la playa con una neverita, te recomendamos esta serie de técnicas para mantener el hielo y que tus bebidas permanezcan frías y refrescantes por mucho más tiempo.

Trucos para mantener los hielos.Fuente: Unsplash
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Comienzan los días de calor, aumentan las temperaturas y eso da lugar a ese antojo de querer partir a un día de playa o al monte. Una vez tomada la decisión lo más normal es que llevemos con nosotros una nevera pequeña para poder mantener nuestras bebidas frías y refrescantes. Pero el problema surge cuando el hielo no aguanta esas temperaturas y termina derritiéndose en poco tiempo y no cumple su principal función. Para que ya no te suceda esto, aquí te enseñamos algunas técnicas infalibles para que el hielo no se derrita.  

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Hervir el agua

Puede parecer un tanto raro, pero si hervimos el agua que vamos a utilizar para rellenar las cubiteras conseguiremos mantener más tiempo los hielos. Esto es así debido a que el número de burbujas que se crean en su interior se acaba reduciendo. De esta manera, el hielo permanecerá más compacto y durará más sin deshacerse.

Utilizar sal gruesa

Si no tienes previsto usar los hielos para echarlos a la bebida, te proponemos que emplees sal gruesa para que el agua congelada se conserve durante más tiempo. Basta con meter los cubitos en un cubo con agua y sal gruesa. Esta combinación consigue crear una reacción endotérmica, la cual absorberá energía en forma de calor y el frío se conservará durante más tiempo.

Cubiteras lo más grandes posibles o neveras claras

En la medida de lo posible deberías elegir cubiteras de gran tamaño. Sobre todo para que los hielos sean grandes y así tarden más tiempo en derretirse. Los colores de las neveras también resultan importantes. Y no se trata de una cuestión de estética. Al llevar con nosotros una nevera portátil de color claro, esta podrá mantener durante más tiempo el frío, ya que la tendencia es que las de color oscuro atraigan con más facilidad el calor y los rayos de sol.

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Papel de aluminio o bolsas de frío 

Una buena opción que nos ayudará a conseguir nuestro objetivo pasa por forrar el interior de la nevera con papel de aluminio. Este material consigue mantener el frío, y por lo tanto, el hielo no se va a deshacer con tanta facilidad. Por otro lado, si tienes en tu casa las clásicas compresas o bolsas azules de frío para tratar las lesiones, no dudes en llevarlas contigo a las excursiones. Un truco que puede resultar de gran utilidad pasa por colocar estas bolsas entre las paredes de la nevera pequeña y el hielo.

Una toalla mojada

Un truco muy sencillo consiste en coger una toalla húmeda y envolver el exterior de la nevera o forrarla en su interior con ella. Conseguirá aislar y mantener el hielo de la temperatura exterior. Otro método muy utilizado pasa por forrar las paredes de la nevera pequeña con papel de burbujas e introducir la toalla empapada.