Un fregadero de acero inoxidable es parte fundamental, sino es la principal, de cualquier cocina. Sin embargo, con el tiempo puede perder su brillo y lucir descuidado o viejo si no se le dan los cuidados necesarios. Por eso, hoy te damos dos trucos infalibles con un producto de cocina que de seguro no lo tenías en tus planes: el aceite de oliva.
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Antes de comenzar con los trucos, es importante que recuerdes que cada vez que termines de utilizar tu fregadero debes limpiarlo aunque sea con un poco de jabón y agua. Así no alojará restos de comida ni guardará malos olores que pueden llegar a ser un dolor de cabeza en un futuro.
Vinagre blanco y aceite de oliva
Este truco de limpieza uno dos ingredientes poderosos para limpiar el acero inoxidable. Lo mejor es que es muy fácil de implementar, pues tienes que humedecer un paño limpio con el vinagre y el aceite de oliva y pasarlo por toda la superficie del fregadero. ¡Quedarás impresionado con el resultado!
Aceite de oliva
El aceite de oliva por sí solo es capaz de restaurar el brillo de tu fregadero de acero inoxidable. Tan solo debes tomar un poco del producto y pule en dirección al grano de acero. Este truco de limpieza es uno de los más sencillos y que dejará como nueva esta zona.
¿Cómo evitar dañar el acero inoxidable de tu fregadero?
Debes saber que el acero inoxidable requiere de ciertos cuidados para evitar que se raye o se opaque, algunos buenos hábitos son los siguientes:
- No dejar secar esponjas, toallas o trapos sobre el fregadero para evitar opacar la zona.
- No usar almohadillas de lana de acero para limpiar el acero inoxidable, pues provocan oxidación.
- No dejar utensilios de cocina de acero y hierro fundido por un largo tiempo para evitar oxidar la superficie.