El pan suele ser el acompañante ideal para todas las comidas, según los datos del Panel de Consumo en los Hogares del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, cada persona consume 33,36 kilos de pan, cifra que ha ido disminuyendo en el transcurso de los años debido a que muchas personas al comenzar la dieta es el alimento que primero eliminan, pero ellos están equivocados, continúa leyendo este artículo y entérate cómo debes consumir el pan para seguir una buena dieta.
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Es muy normal ver a personas que realizan dieta retirar la miga del pan, creyendo que se están deshaciendo de la parte que más engorda, pero están equivocados, incluso si se mira en Internet, el asunto de la corteza o la miga es un debate en el que cada bando tiene sus propios argumentos, pero ante la evidencia científica hay un claro ganador, la corteza es la parte que más engorda, según explica José Gallardo, dietista-nutricionista.
La composición de ambas partes del pan es la misma, ya que contienen los mismos ingredientes, sin embargo, la miga suele contener un 45% más de agua que la corteza. Esto es porque, cuando entra al horno, la parte externa del pan se queda más deshidratada por el contacto con el calor, lo que termina dando diferencias de textura y a nivel nutricional, en este punto la corteza alberga un porcentaje mayor de nutrientes. De todas formas, según algunos estudios, las diferencias nutricionales son mínimas, al igual que las calorías.
Otra de las confusiones más habituales con las que se encuentra el nutricionista es con los tipos de pan, sin saber que el indicado es el pan integral: "Muchas veces me encuentro con pacientes con obesidad que sustituyen el de barra por pan de molde blanco o colines en su dieta, creyendo que son sustitutos saludables, pero no es así. De hecho, con los colines llegan a añadir una cantidad de calorías extra enormes a cada comida".
Pan blanco “NO”, pan integral “SI”
El profesional lo que hace es "retirar todos estos tipos de pan de la dieta, dejando solo el pan integral", una decisión que también avala la ciencia a través de distintas investigaciones. Según detalla Miguel Ángel Martínez-González, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Navarra, el consumo de pan blanco se asocia con un mayor aumento de peso y de grasa abdominal. En cambio, consumir pan integral conlleva a largo plazo reducciones de enfermedades cardiovasculares, de diabetes y de obesidad.
A la hora de escoger un pan integral para consumir en la dieta diaria, el experto señala que lo ideal es que tenga un porcentaje de harina integral superior a un 75%, cabe destacar que la mayoría de las marcas no indican porcentualmente la harina que emplean, pero existe una forma de averiguarlo, ya que el listado de ingredientes de cualquier alimento se ordena según su presencia en el producto. Así, que la harina integral figure en la primera línea de la lista es un indicador de que es el elemento más utilizado para su fabricación.