Si bien para muchos la miel cristalizada es señal de alteración o adulteración. Lo cierto es que de hecho es todo lo contrario, ya que nos marca que el producto es bastante puro. Eso sí, cuando está demasiado endurecida se hace muy difícil untarla. Es por eso que, a continuación, te vamos a contar algunos secretos.
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Ahora bien, para comprender cómo recuperar la miel cristalizada, lo primero que debes saber es cómo está compuesta. Además, no debes olvidar que es un producto que debe tratarse con cierta delicadeza para mantener sus propiedades. Es importante porque la miel es un producto dulce producido por las abejas Apis mellifera, a partir del néctar de las flores y otras secreciones de las plantas. Lo que la hace un alimento único es que las abejas liban, transforman, combinan, deshidratan, concentran y almacenan esas sustancias vegetales en sus panales.
Si bien la miel suele presentarse en forma líquida, pero también se encuentra en estado sólido o semisólido, como la miel cristalizada. En este último caso, no significa deterioro ni pérdida de sus propiedades sensoriales o medicinales. De hecho, cuando hay miel cristalizada, es garantía de que el producto no se ha adulterado por calentamiento excesivo. Por lo tanto, mantiene todas sus propiedades naturales.
Cabe aclarar que las mieles tienen mayor o menor tendencia a cristalizar, según sus componentes químicos. La composición de la miel depende de la fuente del néctar, las prácticas de apicultura, el clima y las condiciones ambientales. A continuación te vamos a dejar dos trucos para recuperarla.
Entonces, paso a paso cómo recuperar la miel cristalizada
1. Calentar a baño de María
En el baño de María, el alimento no recibe directamente el calor, sino que lo hace de manera lenta y a través del movimiento del agua que rodea el envase. Lo primero que debes hacer es introducir el envase que contiene la miel cristalizada en un recipiente con agua caliente. Remueve de manera constante hasta que se vaya disolviendo la miel.
También puedes transformarla a fase fluida por porciones, según lo que vayas a utilizar. Esto es porque existe el riesgo de que vuelvan a formarse cristales. Una vez que se recupera la fase fluida, debe mantenerse en ciertas condiciones de almacenamiento para que no recristalice. Por ejemplo, en un ambiente a no menos de 20 grados centígrados y nunca en el refrigerador.
2. Calentamiento en microondas
El microondas calienta más rápido que el baño de María, pero hay que tener cuidado porque el calor no se transmite de forma homogénea. Se aconseja calentar el envase de la miel abierto, a media potencia y durante 30 segundos. En caso de mantenerse cristalizada, repetir el calentamiento durante 20 segundos y, de ser necesario, disminuir el tiempo sucesivamente. No olvides remover para agilizar el proceso.