No existen dietas milagro y aquellas que prometen resultados rápidos e impresionantes suelen estar acompañadas de un notable efecto rebote, que nos hacen ganar incluso más kilos que antes de empezar. Por ello, los expertos recomiendan cambiar de hábitos de alimentación, rutinas que podamos mantener en el tiempo. A continuación te contamos cuatro alternativas, dietas para quemar grasas pero que mejoran también el estado de salud.
Te podría interesar
Dieta de alimentos integrales
En una dieta de alimentación integran quedan excluidos los alimentos procesados o que han sido refinados. Así, no deben contener tampoco aditivos ni químicos conservantes. Este tipo de alimentos contiene un menos número de calorías y grasas. De hecho, un estudio estableció que a misma cantidad de calorías, las personas comían más y ganaban más peso a través de alimentos ultraprocesados.
Dieta basada en vegetales
Existen diferentes tipos de dietas basadas en vegetales: vegetariana, pescetariana, flexitariana o vegana, según admitan ciertos tipos de alimentos. Este tipo de planes alimentarios suponen un aumento de la cantidad de fibra, que produce mayor saciedad y en consecuencia se consumen menos calorías. No obstante, los expertos alertan de que muchos productos ultraprocesados que son de origen vegetal contiene altos niveles de azúcar por lo que conviene déjalos a un lado a la hora de seguir esta dieta.
Dieta DASH
La dieta DASH se ideó con el objetivo de mejorar la salud de personas enfermas de hipertensión. Dadas sus características, también favorece la pérdida de peso, ya que promueve el consumo de alimentos con alto nivel de potasio, calcio y mangensio y bajos en sal. Del mismo modo establece que los lácteos deben ser bajos en grasas o sin grasas.
Dieta mediterránea
Por último, una de la mejores dietas para quemar grasas que podemos seguir es la dieta mediterránea. Como sabemos, se basa en el consumo de frutas y verduras frescas, frutos secos y semillas, grasas saludables como el aceite de oliva, cereales integrales, proteínas magras, lácteos de forma esporádica y legumbres. Este tipo de alimentación no solo ayuda a bajar de peso sino también a prevenir enfermedades como la diabetes o afecciones cardiovasculares.