El pescado es uno de los alimentos que más olor desprende, ya sea fresco o cocinado. Ese olor no sólo impregna la cocina, sino que también se queda en los utensilios que se emplean para cocinarlo y comerlo. Como sucede con el ajo, quitar ese olor es una ardua tarea, pero como ocurre con todo lo relacionado con el mundo de la cocina, tiene sus trucos.
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¿Porqué huele tanto el pescado?
Aquello que causa el fuerte olor a pescado es el óxido de trimetilamina (o TMAO), una molécula que el organismo de los peces acumula para poder sobrevivir en aguas saladas, por lo que es normal que hasta el pescado fresco huela fuerte. Mientras se prepara el plato, se cocina, se hornea o se fríe, el olor impregna fácilmente todo utensilio que lo toque, así como las superficies y las prendas de ropa.
Para eliminar ese olor desagradable a pescado de la cocina en general, y de la vajilla y cubertería en particular, sólo hacen falta dos (o tres) ingredientes: un té cargado y media cebolla o media patata cruda. Además de una olla y un barreño grande.
Cómo eliminar el olor del pescado
Llevar a cabo este truco para conseguir eliminar el olor que desprende el pescado, es muy sencillo. Primero hay que poner agua a calentar, cuando llegue a ebullición, meter un par de bolsas de té y dejarlas una hora mínimo, para que el té esté muy cargado. Se recomienda usar tés blancos para que no dejen tinta luego en la vajilla.
Una vez esté ese té cargado caliente, hay que meter en el los platos que tengan ese olor desagradable a pescado y dejarlos a remojo unos 20 o 30 minutos. Posteriormente, hay que frotarlos uno a uno con la media cebolla o la media patata cruda. Enjuagarlos de nuevo en el agua del té y meterlos en el lavavajillas o bien lavarlos con el detergente normal de los platos y dejarlos secar.