Las legumbres provocan gases por la presencia de hidratos de carbono bajo los nombres de verbascosa, rafinosa y estaquiosa. Estas son oligosacáridas y nuestro cuerpo no posee la enzima que se encarga de hidrolizarlas y simplificarlas, según información que recoge el medio Cuidate Plus. Lo que sucede entonces que los carbohidratos pasan al intestino grueso sin haber sido digeridos.
Te podría interesar
Es allí cuando las bacterias presentes en el intestino fermentan estos hidratos de carbono y se produce el malestar por hinchazón de vientre y/o gases. Las legumbres que poseen mayor cantidad de fibra, son las que tienen más incidencia en esta afección digestiva. Estas son, por ejemplo, las alubias o habas secas.
¿Cómo evitar tener gases al comer legumbres?
Estos alimentos sentarán mejor al aparato digestivo si se le añade menor cantidad de grasa en el plato, por ejemplo, los embutidos. Pero también tendrán más posibilidades de producir gases si se acompañan de verduras como las coles, repollo, lechuga o alcachofa. Además, es necesario mencionar que si se ingiere de noche esta comida, se puede tener reflujo gástrico y un mal sueño.
Una de las maneras para evitar que generen gases es a través del remojo y la posterior eliminación de este líquido para la cocción. Otra forma es cocinarlas a fuego lento para lograr romper estos oligosacáridos mencionados anteriormente. Esto quiere decir que si la legumbre tiene un tiempo mayor en el calor, menos pesadas caerán al aparato digestivo porque podrán descomponerse sus azúcares en otros más simples.
Condimentar estos alimentos con especias o hierbas desinflamatorias también es una opción para evitar las flatulencias. Tomillo, cúrcuma, laurel, jengibre, romero, cilantro o comino son excelentes complementos. Lo mismo con la maniobra de triturar las legumbres para ingerirlas en forma de hummus o puré. Finalmente, masticar despacio y concentrados en la comida es un buen hábito para digerir mejor estos productos naturales nutritivos.