Solemos pensar que el hecho de subir de peso está relacionado únicamente a pasarnos con ciertos alimentos o no realizar ejercicio. Sin embargo, especialmente pasados los 30 años, el papel que juega nuestro metabolismo es clave en esta cuestión. A medida que envejecemos, el metabolismo se ralentiza y nuestra rutina influye decisivamente en nuestro peso. Por ello, te contamos cuáles son los malos hábitos antes de dormir que nos ayudan a ganar kilos de más.
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Gran error: ir a la cama sin cenar
Cuando estamos en reposo, nuestro cuerpo continúa requiriendo energía. Si no cenamos antes de meternos en la cama, el organismo echará mano de la masa muscular y la grasa acumulada. Así, entra en estado de alerta y reserva grasa en el caso de que esta situación de falta de energía se vuelva a producir.
Estar pegado a la pantalla del móvil antes de dormir
La luz azul de las pantallas electrónicas alternan el sueño e, irremediablemente, afectan a nuestro metabolismo volviéndolo más lento. Sabemos que es muy difícil pero lo ideal será aparcar estos dispositivos una hora antes de ir a la cama. En su lugar, si no queremos subir de peso, podemos optar por un buen libro, música o aceites relajantes.
Subes de peso si reduces las horas de sueño
Diferentes estudios como el de la Universidad de Texas indican que dormir menos de diete horas impacta en nuestro peso corporal, ya que se activa un gen denominado "period", vinculado a la obesidad y que favorece el riesgo de padecer patologías cardiovasculares. Además, al dormir menos horas de las recomendadas nuestro cuerpo segrega ghrelina, una hormona gástrica que incrementa el apetito por mayor cantidad de comida.
Cenar y meternos en la cama enseguida
No es una tarea fácil de conseguir, lo sabemos. Sin embargo, si no queremos subir de peso otro de los malos hábitos antes de dormir que debemos evitar es cenar e inmediatamente después meternos en la cama. Así, especialmente pasados los 30 años, lo ideal es tomar la última comida del día unas dos horas antes de acostarnos, entre las 19 y 20 horas. De esta forma favorecemos una mejor digestión y descanso. Asimismo, se recomienda una cena ligera antes de dormir.