¿Sabes cuál es la cantidad recomendada de aceite de oliva? Los expertos en nutrición recomiendan consumir 40 mililitros por jornada, esto equivale a 4 o 5 cucharadas soperas. Pero ¿qué enfermedades podemos prevenir al consumirlo? Si quieres descubrirlo, te invitamos a leer hasta el final. Sin embargo, no podemos comenzar sin antes decirte que estas recomendaciones son generales, si tienes algún padecimiento grave, será mejor que consultes con tu doctor antes de incluir esta grasa en tu dieta.
A continuación te hablaremos de las enfermedades que puedes pevenir al consumir una cucharada de aceite de oliva al día ¡Venga! Que no lo hemos sacado de la manga, la información que ahora compartiremos contigo está respaldada por una investigación de la Universidad de Sevilla, la cual se centra en los padecimientos que se han visto positivamente afectados por el consumo de esta grasa.
Las enfermedades que previene el aceite de oliva
Enfermedades cardiovasculares
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Colesterol alto
De acuerdo con instituciones científicas, beber 2 cucharadas diarias de aceite de oliva, es decir, 30 mililitros nos ayuda a mantener estables los niveles de colesterol alto (LDL) y aumentar los del colesterol bueno. Esto se debe a que está constituido principalmente por ácido oleico y vitaminas liposolubles como la E y antioxidantes. En la cocina puedes utilizarlo tanto crudo como para freír tus alimentos.
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Hipertensión
Una vez más, el componente que nos ayuda a regular la tensión arterial es el ácido oleico, el cual se combina con el óxido nítrico para mantener un buen ritmo cardiaco. Diversos estudios han demostrado que el ingrediente estrella de la dieta mediterránea trae múltiples beneficios a nuestra salud cardiovascular. En este caso, una investigación dirigida por la Universidad La Trobe, demostró que consumir 4 cucharadas de esta grasa reduce la presión arterial sistólica y periférica en un 2,5 y 2% respectivamente.
Otras enfermedades
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Obesidad
Para que un exceso de peso pueda considerarse obesidad, la grasa corporal debe superar el 25% en hombres y el 33% en mujeres. La acumulación de tejido adiposo es multifactorial, esto quiere decir que intervienen cuestiones tanto genéticas como ambientales. El aporte del aceite de oliva virgen extra para esta enfermedad es que contiene oleoiletanolamida, una sustancia que regula nuestro apetito. Es por eso que la dieta mediterránea prefiere su consumo por encima de otras grasas para cocinar.
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Cáncer
El ácido oleico es lo que convierte al AOVE no solo en un producto antiinflamatorio, sino en un anticancerígeno natural también. Esto se debe a que inhibe la expresión de oncogenes, es decir, impide la acción de los factores genéticos hereditarios que podrían favorecer la aparición de cáncer en nuestro organismo. Por otro lado, uno de los componentes clave para inhibir la proliferación de células tumorales es el oleocanthal.
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Alzheimer
Diversos estudios han demostrado que el AOVE ayuda a prevenir el alzheimer gracias a los fenoles presentes en su composición. Estas sustancias no están presentes en grasas de menor calidad. El consumo frecuente de este producto protege el desarrollo de la demencia y otras enfermedades degenerativas, por ejemplo, la atrofia cerebral. A nivel cerebral este óleo mejora nuestro estado cognitivo.
Gracias a sus compuestos antiinflamatorios, el aceite de oliva nos ayuda a prevenir la diabetes, ya que reduce los niveles de glucosa en la sangre después de las comidas. De igual manera, previene las subidas y bajadas de azúcar en nuestro organismo. Sin embargo, antes de hacer cambios drásticos en tu dieta, recuerda visitar a tu doctor de cabecera. No podemos olvidar que aunque no existen contraindicaciones sobre este producto, podrías resultar alérgico y experimentar picazón en la piel, hinchazón o dificultad para respirar.