La fibromialgia afecta por lo general a mujeres mayores de 30 años y es una enfermedad crónica que causa intensos dolores en las articulaciones y zonas del cuerpo como la espalda, el cuello, las caderas o rodillas. El diagnóstico se suele resolver porque se descartan causas orgánicas para esos malestares.
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Combatir los dolores de la fibromialgia es posible y en el caso de padecer esta enfermedad es importante contar con asesoramiento nutricional y psicológico para llevar de la mejor manera posible esta patología muy frustrante. La alimentación de quien padezca estas dolencias debe ser saludable y equilibrada pero con presencia restrictiva de ciertos alimentos.
Los ultraprocesados, azúcares, embutidos, el alcohol, la sal, los hidratos de carbono y las grasas saturadas deben ser evitados por quienes padecen esta enfermedad crónica, ya que se absorben mucho más rápido en el intestino y provocan más sensaciones de malestar como fatiga, hinchazón y dolor. Es por eso que se recomienda comer alimentos como verduras y frutas frescas para combatir el estreñimiento y favorecer la salud intestinal.
Es muy importante para quien padece fibromialgia, consumir proteínas de origen vegetal como frutos secos y legumbres. Pero en el caso de que se toleren, puede ingerir carnes blancas, huevo y pescado. Alimentos con cantidades significativas de Omega 3, también son esenciales para los pacientes con esta dolencia. El aceite de oliva y el aguacate juegan un papel crucial en este tipo de dietas.
Las personas que sufren esta enfermedad caracterizada por intensos dolores, también deben consumir alimentos con calcio, ya que pierden más rápido este nutriente. Semillas, pescado azul, tofu, legumbres y leches, son importantes en esta dieta. Las vitaminas A, D, E y C son esenciales para los pacientes para poder reforzar el sistema inmune. El magnesio presente en las pipas de calabaza, almendras, berros y aguacate también es de suma importancia, al igual que el zinc, selenio y el triptófano.