Tener un jardín cuidado y bonito es más fácil de lo que se puede parecer en un primer momento. Es trabajoso, pero es necesario podar las plantas y árboles para que sigan creciendo sanos y luzcan unos jardines hermosos.
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La época del año en la que llevar a cabo la poda, y la técnica que se use a la hora de realizarla, es muy importante para que el jardín quede en perfectas condiciones. La poda es una técnica que se emplea en la jardinería con la que se trata en eliminar brotes y ramas para dar una mayor fuerza y vigor a las plantas y ayudar en su crecimiento.
De igual modo, con la poda se mejora su desarrollo y floración. Se lleva a cabo para realizar una limpieza de la planta y eliminar de ese modo flores que se estén marchitando, partes enfermas, ramas secas o inútiles. Esta técnica de jardinería también se emplea para para ir orientando el crecimiento y proporcionar una distribución equilibrada de las ramas de la planta. Con la poda se despeja el espacio para que el sol y la luz lleguen a partes más profundas de la planta. Y también para darle una forma especial y más ornamental a las plantas y árboles del jardín.
El momento adecuado para hacer la poda depende del tipo de planta y árbol, así como la especie, los años que tenga el arbusto y el objetivo que se busca con la poda: producción de frutos, floración, rejuvenecimiento, sombra, decoración, etcétera. Lo ideal es llevar a cabo la poda cuando la planta se encuentre en el periodo de receso negativo. Suele ser en invierno o a finales de invierno, tras pasar los períodos de las heladas.
Para realizar la poda lo primero es, utilizar utensilios adecuados de jardinería, como tijeras o serruchos. Hay que hacer cortes limpios sin desgarrar los tejidos. La zona seccionada debe quedar ligeramente inclinada hacia la parte opuesta de la yema para impedir que el agua de lluvia quede retenida o se dirija hacia la yema y dañarla. Evitar las podas drásticas.