Una de las frutas más consumidas durante el verano, es sin duda, el melón. Pero el ritmo de vida y el escaso espacio de las neveras, hace que sea más fácil la opción de comprar sólo medio melón. De esta manera evitamos que se ponga malo y se disfruta mejor.
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Elegir el melón es una tarea muy ardua. No siempre se elige el mejor y es prácticamente una lotería encontrar el más dulce. Pero cuando esa elección es de sólo medio melón, es aún más complicado, ya que es más delicado y se puede estropear de tocarlo.
Un experto de frutas, como es el caso de Pere Puigbert, fundador y gerente de Fruites Núria, explica que existe un truco infalible para conseguir acertar con la elección del melón. Si coges un medio limón en el que las semillas no se tocan y tienen mucho espacio entre ellas, es señal de que el melón no está maduro. Mientras que, si en un melón, una vez abierto, las semillas se tocan, está maduro y al punto.
Por otro lado, si el melón tiene la sustancia mucosa naranja, significa que es un melón muy dulce. Como destaca el experto, “si está, perfecto, porque es señal de dulzura. Pero hay unas variedades que hacen más que otras. Las más tempranas, por ejemplo, hacen el moco blanco, mientras que las más tardías sí lo tienen anaranjado”.
También, para saber si un melón está maduro, hay que apoyar el melón por la parte en la que se une a la mata, y apretar por la parte contraria el melón. Si cede, es sinónimo de que el melón está maduro, si no cede la piel, significa que al melón le falta tiempo para madurar. Además, al apretar y ceder la piel, se podrá comprobar que sale un cierto olor a melón; esa será otra señal para saber que está maduro.