Durante los meses de verano es común el aumento de intoxicaciones alimentarias, principalmente, como consecuencia de ingerir comidas que han perdido la cadena de frío y que han comenzado su proceso de descomposición que en algunos casos pueden ser causantes de serias complicaciones para la salud.
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Y una de las causas más comunes está relacionada con los alimentos que solemos llevar a la playa en distintos recipientes, como los táper, que no son los más indicados para una buena conservación de los alimentos. Lo recomendable es que utilices un táper con buenos cierres y lo introduzcas en una una bolsa de hielos.
Con este truco vas a lograr que tus comidas se mantengan perfectos, y lo más importante, evitar un posible problema digestivos por haber ingerido algún alimento en mal estado. También se aconseja evitar la contaminación cruzada en tablas, platos o cubiertos que se hayan usado con alimentos crudos no deben ser utilizados otra vez con los cocinados sin haberlos lavado.
Por otro lado, debes saber qué alimentos que soportan mejor las condiciones de sol y calor de un día de playa. En ese sentido los huevos, y sus derivados, presentan un alto riesgo de contaminarse con bacterias como salmonelosis o Ecoli. Por eso evita llevar huevos y mahonesa a la playa.
Si eres de los que consume ensaladas en algún momento del día, esta no es la mejor idea de comidas para llevar a la playa en un día de calor. Y si lo haces no la aliñes ya que pierde toda su textura crujiente. La ensaladilla rusa es otro de los alimentos que debes evitar ya que al contener mahonesa es propensa a la contaminación de la bacteria de la salmonela.
Tampoco debes llevar carnes procesadas, al guardar en un táper alimentos como la carne picada o unos filetes rebozados no sólo se estropean más fácilmente y tienen menos propiedades, sino que aumenta el riesgo de acabar sufriendo alguna complicación estomacal. En el caso de las leches y sus derivados, las temperaturas pueden cortar el lácteo y provocar dolor estomacal.