El limonero es un árbol que necesita luz y humedad, por lo que deberás plantarlo en un lugar donde dé bastante el sol y regarlo con asiduidad. Será importante plantarlo con una tierra arcillosa, que filtre bien. La temperatura ideal para plantarlo es ente 17 y 28 grados, por tanto, se recomienda hacerlo entre marzo y septiembre.
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Otra clave importante para cuidar del limonero, es que a la hora de plantarlo es importante saber que necesita mucho abono rico en nutrientes como el nitrógeno, el fósforo o el potasio. Así que al introducir las semillas en la tierra, no solo es vital la tierra que filtre, sino que además serán necesarios unos dos kilos de abono. Para más información, consulta nuestro artículo cómo plantar un limonero.
Una tercera consejo a tener en cuenta para cuidar de la plata es que, debes prestar atención al riego del limonero. En la época estival será a diario y en invierno cada dos o tres días máximo. El tipo de riego lo elegirás en función del terreno, si es grande o si es un jardín podrás escoger entre un aspersor, una regadera o un sistema de inundación. En la medida de lo posible, deberás utilizar agua sin sal y fertilizantes para mejorar la cosecha.
Una cuarta atención que debes tener para que este bien cuidado es que, en primavera, se realiza la poda, la cual no debe ser excesiva sobre todo en los primeros años. Se eliminan las ramas secas y se despejan las del interior para que le llegue la luz más fácilmente. La mayoría de las plagas y enfermedades que afectan a los limones causan daños solo cosméticos en la piel de la fruta y no debes preocuparte.
Por último, cuando el limón esté amarillo, es el momento de su recolección, los verdes aún no están maduros. Tienen varias floraciones al año, aunque lo normal es que se recojan entre otoño e invierno. Para recogerlos, no se deben dar tirones, se recogen con unos alicates y evitando la humedad, ya sea por lluvia o el rocío de por la mañana. En definitiva, con estas claves sin dudas vas a cuidar muy bien del limonero.