Si eres de esas personas que les gusta a la hora de cocinar hacer muchas de tus preparaciones fritas, te contamos qué aceite es ideal para freír sin que tus alimentos absorban demasiada grasa. Esto es un punto importante para que puedas llevar una dieta saludable y al mismo tiempo de disfrutar de todo el sabor de las comidas fritas.
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Sin duda que el aceite de orujo de oliva es una de las mejores opciones a la hora de cocinar y que no te queden tus comidas impregnadas en aceite. Se trata de uno de los productos del olivar menos conocidos por los consumidores españoles ya que el 85% de este aceite se destina a la exportación.
Antiguamente se llamaban orujos a los restos de aceituna que quedaban tras haber extraído el aceite de oliva virgen. Los orujos estaban formados por la pulpa, los huesos, agua y una cantidad residual de aceite de oliva, aproximadamente entre el 2 y el 3%. El aceite de orujo se distingue por sus cualidades saludables, culinarias y económicas, que lo hacen merecedor de mayor presencia en las cocinas.
Su elaboración se logra a partir de prensar las aceitunas en la almazara se extraen dos productos, uno es el zumo de aceituna y el otro es el alperujo. El aceite de orujo es graso y húmedo, la diferencia de procesos no se alejan uno de otros en cuanto a propiedades saludables en la cocina. Es uno de los aceites más competitivos del lineal con una extraordinaria relación calidad-precio. Una variedad accesible y muy rentable sin renunciar a la calidad.
Algunos estudios han demostrado los beneficios de su composición, muy rica en ácido oleico (hasta un 80%). Además, tiene un 2% de compuestos menores activos, algunos exclusivos, que le aportan propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, entre otras. En cuanto al rendimiento en la cocina, es más resistente a las altas temperaturas y no alcanza su punto de humo hasta los 230/240 grados, y sus bioactivos se incorporan a los alimentos fritos, que estos absorben menos grasa y que se puede usar más del doble de veces que los aceites de semillas más comunes.