A la hora de bajar de peso o querer mejorar nuestra dieta solemos consultar la cantidad de calorías que contienen los alimentos. Existen diferentes formas de calcular la información nutricional calórica de los alimentos que ingerimos, aunque conviene saber que ningún método es exacto y no debemos basar únicamente nuestro plan nutricional en las calorías, conviene consultar con un profesional.
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El método más utilizado para calcular las calorías de los alimentos es el que diseñó el científico Atwater. Determinó el aporte energético de cada macronutriente al medir aumento de temperatura del agua que rodeaba a una bomba calorimétirica y este cálculo se ha utilizado más de cien años para registrar cuántas calorías ingerimos. Así, se obtiene que 1 gramo de grasa produce 9 kilocalorías, 1 de carbohidratos o proteínas genera 4 kilocalorías y 1 de alcohol unas 7.
Pues bien, al leer la etiqueta de cualquiera de los alimentos presentes en nuestra dieta deberíamos aplicar este cálculo y corroborar que la información nutricional de las calorías se corresponde a las detalladas en grasas y carbohidratos. Pero existen otros métodos más sencillos para poder calcular las calorías que consumimos.
Una alternativa es el uso de guías de composición de los alimentos más comunes que suelen estar presentes en nuestra dieta, cada país elabora la propia y suponen una forma práctica y sencilla de conocer su información nutricional. En estos documentos debemos tener en cuenta el tamaño de los productos que comemos. En el caso de que no encuentres algún alimento puedes calcular a través del método Atwater las calorías a partir del alimento principal.
Por otro lado, actualmente tenemos a nuestro alcance tanto calculadoras virtuales de las calorías de los alimentos como diferentes aplicaciones que no solo nos ahorran el trabajo de calcular esta información sino que nos indican si la cantidad que ingerimos a lo largo del día es la adecuada o necesaria según diferentes parámetros como la actividad física.