Los aminos de coco son una salsa que se emplea en la cocina asiática para reemplazar la salsa de soja en algunos platos. Disponen de características organolépticas muy similares, pero contiene una cantidad menor de sodio en su interior, por lo que es más saludable. El sodio que contiene la salsa de soja, en contraposición con los aminos de coco, puede provocar un aumento de la tensión sanguínea.
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Son un producto que no contienen gluten ni lactosa, por lo que es apto para personas que padecen intolerancias alimentarias. Son una muy buena alternativa para degustar la cocina asiática, en un contexto de una dieta equilibrada y variada.
Para llevar a cabo la elaboración de los aminos de coco, se emplean dos elementos clave, savia de árbol de coco orgánico y sal marina orgánica también. La sal aporta minerales esenciales en dosis adecuadas, ayudando a evitar el desarrollo de algunas patologías. El proceso de elaboración empieza con la extracción de la savia de las flores del árbol de coco. Tras un proceso de fermentación, se mezcla con la sal marina sin refinar y secada al sol. Por último, se conseguirá una salsa de un color oscuro y muy buena.
Una cucharadita de aminos de coco puede aportar 5 calorías, 1 gramo de carbohidratos, 0 gramos de grasa, y 90 miligramos de sodio. A nivel de la salud, los aminos de coco ayudan a proteger la salud cardiovascular.
Además, se ha demostrado que el coco ayuda a contribuir el perfil lípido, optimizando el transporte de nutrientes a través de la sangre. Los niveles de inflamación en el medio interno también se verán reducidos. Por otro lado, el consumo de aminos de coco podría ayudar al funcionamiento del sistema metabólico. De hecho, la presencia en la dieta de productos derivados de la soja de manera regular podría afectar al riesgo de diabetes.