Pocas personas desprecian el delicioso sabor de una fruta refrescante como la sandía esos días de verano en los que el calor aprieta sin piedad. Conocemos sus bondades y su delicioso sabor, pero ¿sabías que las pepitas de este alimento también aportan notables beneficios a tu salud? Te lo contamos a continuación.
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El consumo de pepitas de sandía no está para nada extendido en España, mientras que en otras regiones como China se consumo como si de un fruto seco se tratara y las emplean en tostadas tanto saladas como dulces. El gesto aquí, en cambio, suele repetirse, en cuanto sentimos las pepitas en la boca las escupimos.
Antes de conocer los beneficios de las pepitas de sandía debemos saber que ingerir esta parte del fruto sin pelar no nos permite absorber los nutrientes que posee. En consecuencia, si queremos añadirlas a nuestra dieta como un alimento saludable, primero hay que pelarlas. Del mismo modo, también tenemos que ser conscientes de que para asimilar los nutrientes que poseen deberíamos consumir una importante cantidad de estas pepitas al día.
Pues bien, las pepitas de sandía tienen, en primer lugar, muy pocas calorías. Unos 30 gramos de éstas alcanzan las 150 calorías, en este sentido debemos pensar que un puñado de pepitas apenas pesa unos 4 gramos. Por otro lado, tiene un destacado nivel de vitamina C y B así como zinc, magnesio y potasio. Finalmente, también tenemos que destacar su aporte de proteínas y grasas saludables y, en especial de licpeno, lo que le otorga su color y supone un gran antioxidante.
Y si te estás preguntando ahora cómo añadir las pepitas de sandía a nuestra dieta la tarea es algo laboriosa si queremos prepararlas en casa. Debemos tostarlas 15 minutos en el horno hasta que queden crujientes o saltearlas con aceite y añadirlas a ensaladas, por ejemplo. Otra opción más sencillas es comprarlas ya listas vía online.