El colchón es uno de los elementos del hogar que usamos con mucha frecuencia y está expuesto a la humedad, manchas y a veces moho que pueden ser muy difíciles de limpiar. Por otro lado, se trata de un objeto que debe mantenerse limpio, porque de lo contrario podríamos vernos expuestos a problemas de la piel o respiratorios.
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En ese marco, la aparición de moho puede resultar un verdadero problema. Para tener una idea de lo que estamos hablando debes saber que el moho es un hongo que se encuentra tanto al aire libre como en lugares húmedos y con baja luminosidad y crece mejor en condiciones cálidas y húmedas. Además las esporas del moho pueden sobrevivir en variadas condiciones ambientales y sobre varias superficies.
De más está decir que la mejor forma de evitar la aparición de moho es la prevención, aunque a veces la acumulación de humedad provoca inevitablemente la aparición del moho u otras manchas. Ante esto podemos recurrir a algunos productos que solemos tener en casa como vinagre blanco, bicarbonato, jabón y algunos más. Cada uno de ellos se aplica de diferente manera.
Una de los mejores es la aplicación de vinagre, que además de combatir las manchas de moho, reduce el olor que desprenden. Por otro lado, el bicarbonato ayuda a neutralizar la fragancia al tiempo que desinfecta la superficie. También se recomienda sacar el colchón al sol durante un tiempo para prevenir la acumulación de humedad. Antes de volver a colocarlo, es importante limpiarlo con aspiradora para retirar el polen y los restos de moho.
El alcohol isopropílico es otro de los métodos más comunes y efectivos de limpiar un colchón con moho y se realizar mojando un paño en una solución de agua y alcohol. La medida aproximada es 50 % de cada componente y el trapo o paño deben estar limpios. Frotarlo sobre el sector afectado del colchón, realizando movimientos circulares. . Al finalizar, pasa el trapo otra vez, pero solo humedecido con agua.
En el caso de que ninguno de estos métodos de resultado deberás acudir a un especialista. Ten en cuenta que podrías estar ante la aparición de algunos hongos que pueden resultar tóxicos. Por último no debes usar para lejía o lavandina. Esto puede dañar de forma severa el colchón, desteñirlo y provocar manchas irreversibles.