Estamos en la mejor estación para consumir las distintas variedades de lechuga, pero a veces sucede que compramos de más y no alcanzamos y sucede lo pero: las hojas se enegrecen y oxidan y terminamos desperdiciando una gran cantidad de comida. Por eso en te contamos algunos trucos para conservar la lechuga por más tiempo.
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Una de las mejores formas de conservar la lechuga es en la nevera, sin embargo, no alcanza solo con dejarla allí y esperar que la magia suceda. Lo que debes saber es hay que mantener las hojas enteras, lavarlas muy bien de a una y luego secarlas para evitar el exceso de humedad.
También puedes desinfectar las hojas de la lechuga con unas gotas de lejía especial para uso alimenticio, pero no olvides enjuagarlas muy bien después. Otro consejo importante es que el agua que utilices para lavar las hojas esté fría si no corres el riesgo de que se ablanden. De este modo lograrás una mayor higiene y, por lo tanto, una mejor conservación.
Por otro lado debes prestar atención a la cantidad de frío que recibirá la lechuga, es muy importante que se mantenga a una temperatura que no llegue al punto de congelación porque esto la dañará completamente. Para ello la nevera cuenta con el cajón destinado a las hortalizas donde los productos reciben menos frío.
Por último, si no la consumes toda al mismo tiempo y tienes que cortar sus hojas se recomienda que el uso de un cuchillo plástico que en lugar de uno de metal, este último podría acelerar el proceso oxidativo.También puedes simplemente usar tus manos. Te aseguramos que si sigues al pie de la letra estos consejos podrás conservar cualquier tipo de lechuga en la nevera entre tres y cinco días sin ningún problema.