Los hidratos de carbono son necesarios para el cuerpo por eso siempre deben incluirse en una dieta saludable. Si bien no todas las personas tienen las mismas necesidades energéticas, ni objetivos de peso, ya que algunas deben comer menos alimentos que los contienen para adelgazar, es importante que la alimentación diaria tenga algún porcentaje de carbohidratos.
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Para entender un poco más qué son los hidratos de carbono, se puede explicar de forma sencilla su composición: azúcar que el organismo transforma en glucosa, siendo la principal fuente de energía para el cuerpo. Pero en la categoría de moléculas de carbohidratos hay tres tipos: fibra, azúcares y almidón.
En cuanto a la fibra, esta es un carbohidrato complejo. Ingerir estas moléculas contribuye a sentir la sensación de saciedad y favorecer el proceso digestivo en los intestinos para expulsar más fácil las heces. Las semillas, frutas, verduras, legumbres y cereales, son algunos alimentos con alto contenido de fibra.
En cuanto a los azúcares, estos son hidratos de carbono simples y los alimentos que los contienen suelen ser bebidas artificiales, refrescos, alimentos procesados y dulces. Y los almidones son otro tipo de carbohidratos complejos que se pueden encontrar en cereales, panificados, pasta y galletas. Estos alimentos pueden contener, cada 100 gramos de producto, desde 51 gramos de hidratos de carbono (pan blanco), pasando por 69 gramos (galletas) o superar los 73 gramos (harina de trigo).
Otros alimentos que tienen alto contenido de hidratos de carbono en 100 gramos de producto son: azúcar blanco (100 gramos), miel (80 gramos); quinoa (69 gramos) y uvas pasas (67 gramos). Es por eso que frutos secos y frutas desecadas como las últimas mencionadas y las ciruelas son ideales para incorporar luego de entrenamientos para reponer energías.