El pepino es un alimento muy consumido en ensaladas frescas, batidos y preparaciones con fines medicinales, dermatológicos y estéticos. Y si bien su cáscara puede desecharse al consumirlo, también se puede conservar y recuperar los beneficios que trae al organismo.
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Una razón para conservar la cáscara es que la cubierta del pepino contiene cucurbitacina: una molécula que le da ese toque de sabor amargo característico y que contribuye a prevenir enfermedades como el cáncer, ya que favorece la parálisis de la reproducción de células malignas en el cuerpo. Este alimento sin dudas es un depurador natural para el organismo y tiene propiedades antioxidantes.
Las cáscaras de pepino no se deberían tirar ya que se puede aprovechar su función reguladora de la insulina, su contribución a la salud cardíaca y la prevención de la diabetes. La cubierta de este alimento también favorece la absorción del calcio, tan importante para los huesos, cartílagos y dientes, y además contiene vitaminas B, C (2.8mg cada 100g), K, magnesio (13mg cada 100g) y potasio (147mg cada 100g).
En el caso de que no se prefiera consumir la cáscara del pepino, se puede conservar para procesarla, lograr una pasta y aplicarla en el rostro. De este modo, se aprovechan las propiedades astringentes y purificadoras del alimento sobre la piel, ya que además ayuda a combatir el acné y contribuye a una sana elasticidad. Otra razón para no desechar la cáscara es aprovechar los nutrientes a través de un remojo en agua por varias horas y luego beber el resultado en algún batido con manzana, cítricos o piña.
Este tipo de alimento tiene una cáscara dura y verde que es fuente de fibra para el cuerpo, por eso no debería desecharse. La cubierta del pepino contribuye al óptimo funcionamiento de los procesos digestivos, ya que favorece la desinflamación abdominal y contribuye a evitar el estreñimiento. No caben dudas de que este tipo de comida no puede faltar en una dieta saludable porque, además, ayuda a desintoxicar el cuerpo de toxinas y desechos, y por lo tanto favorece la reducción de los niveles de azúcar en sangre y el colesterol malo.