La vinagreta es una de las preparaciones más frescas para nuestras ensaladas. Lo bueno es que, podemos darle a nuestros platos el toque que busquemos, ya sea más dulce, más ácido o más cítrico. Sin dudas, las ensaladas son la vedet del verano y con vinagreta es mucho mejor.
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Cuando hablamos de ensalada hablamos de una infinidad de posibilidades según aquellos ingredientes que le queramos echar. Además de la base, este plato acepta casi todo tipo de quesos, de carne, de pescado, de salsas y de vinagretas.
Preparar vinagretas en casa es mucho más fácil de lo que te imaginas, por eso toman nota sobre los posibles errores que no debes cometer. Para ensalada, para pechugas de pollo a la plancha, la vinagreta de limón le da ese toque ácido que nos vuelve locos y que hace de un plato de lo más sencillo un auténtico manjar.
Con la vinagreta de limón podemos cometer varios errores y que el resultado final termine siendo demasiado amargo o ácido, y te contamos dónde fallas. Preparar una vinagreta de limón es algo tan sencillo como mezclar zumo de limón con aceite, sazonar con sal y especias al gusto. La acidez natural del limón puede provocar que nuestra vinagreta quede desagradable, y por ello debes buscar la opción de añadirle un toque dulce a la mezcla. Llegados a este punto, una muy buena idea es añadir una cucharadita de miel.
En el caso de que no sea la acidez lo que te moleste sino un cierto regusto amargo es que te has pasado con la ralladura de limón, y aunque, en su justa medida le da un delicioso toque cítrico, si no tenemos la cantidad controlada lo mejor es no caer en el error y omitirlo.