Proveniente de la amazonia peruana y presenta también en otras zonas de Sudamérica, el camu camu, es la fruta que más contenido de vitamina C tiene en el mundo. Este pequeño fruto concentra 2.000 mg de vitamina C por cada 100 gramos de alimento.
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La planta que da este superalimento, crece en terrenos fértiles y húmedos donde abundan las inundaciones y de ella no solo se empela el camu camu, sino además sus hojas y tallos con fines curativos. Su tamaño es similar al de una uva grande, y presenta un aspecto parecido. De color rojizo su piel y amarillo su carne, tiene un sabor ligeramente ácido.
Empleado como antiviral y antigripal el camu camu es empleado como muchas veces utilizamos la naranja. Sin embargo, se considera que la pulpa de este fruto presenta una concentración de vitamina C entre 30 y 50 veces mayor en proporción que la de los cítricos. También es una interesante fuente de manganeso y de otros minerales como el calcio o el hierro.
Contribuye a fortalecer nuestras defensas
Dado el poder antioxidante de la vitamina C, el consumo de camu camu combate los efectos de los radicales libres y nos protege de amenazas para nuestra salud. De esta forma, ayuda a mejorar nuestro sistema inmunológico y nos hace sentir con más energía y vitalidad. Además, evita el deterioro de las funciones mentales.
Algunas de sus propiedades:
-Protege el hígado y las mucosas: el alto contenido en antioxidantes y fitoquímicos de este producto contribuye a la prevención y tratamiento de enfermedades hepáticas como la cirrosis. Asimismo, esa misma capacidad antioxidante y antiviral del camu camu nos protege de infecciones e inflamaciones de las mucosas y encías.
-Combate el envejecimiento prematuro: el efecto antiinflamatorio del camu camu gracias a toda la vitamina C que aporta también repercute en nuestro organismo aliviando los síntomas prematuros de la edad y el envejecimiento y degeneración de nuestras células, así como el estrés oxidativo y el dolor crónico.
El camu camu, se puede tomar de diferentes maneras aprovechando sus propiedades. Es posible optar por comer directamente la fruta, hacer un zumo con ella u otros productos como batidos, yogures o helados. También se está extendiendo su comercialización por parte de la industria farmacéutica en forma de cápsulas orales e incluso como mascarillas faciales por la textura tersa y sedosa que aporta.