El chocolate es uno de esos pocos alimentos con los que tenemos una relación particular. Puede que a veces sientas que tienes una adicción a este producto. Te contamos qué sucede en tu organismo si comes chocolate a diario y cómo afecta a tu dieta y alimentación.
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El chocolate contiene alto nivel de grasas y azúcares, ingredientes nada saludables en una dieta equilibrada pero que en nuestro cerebro disparan dopamina, un neurotrasmisor que nuestro organismo identifica con placer y que estimula zonas del cerebro relacionadas con la gratificación. No en vano relacionamos comer un trozo de chocolate como un premio ante determinada circunstancia.
Pero no podemos demonizar el chocolate, su consumo moderado incluso tiene beneficios en nuestra dieta. Debemos tener en cuenta que cuanto más puro sea el chocolate mas sano será, dado que tiene menor concentración de azúcar. No obstante, lo cierto es que este tipo de chocolates tiene un sabor mas amargo, que retrae a muchos consumidores. Para una correcta alimentación si elegimos consumir chocolate, la mejor alternativa será el chocolate negro, que presenta entre 50% y 80% de cacao puro, por lo que incrementa la concentración de diferentes nutrientes y antioxidantes.
Pues bien, si alguna vez has dudado sobre si puedes llegar a tener una adicción al chocolate, te contamos algunas claves que debes tener en cuenta. Síntomas que nos indican que debemos estar alerta son: etiquetar el consumo de chocolate como algo nocivo o que no nos está permitido; ingerir grandes cantidades compulsivamente; sentir un deseo constante de comer chocolate o ansiedad si no podes acceder a este alimento, no dejar de comer hasta que nos encontramos mal, entre otros.
Si te ves reflejado en alguna de estas situaciones no desesperes, todo tiene remedio. Para controlar el consumo de chocolate y mejorar nuestra dieta podemos preguntarnos si es un capricho debido a una situación emocional como la depresión o ansiedad. Intentar identificar si comemos por aburrimiento y sustituir esta respuesta por otras actividades. Y, en tercer lugar, comer pequeñas dosis cuando no podemos reprimir el deseo o bien no tener disponibilidad de chocolate en casa para evitar su consumo.