Seguramente conoces las sardinas, uno de los pescados azules más consumidos en España y un imprescindible en cualquier despensa. Pero lo que quizás desconocías son sus muchos beneficios. Por eso en Gastrolab te contamos todas las propiedades de las sardinas y lo que aportan a la salud.
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Una lata de este pescado supone uno de esos grandes placeres para cualquier amante de las conservas. Un manjar único que, en ocasiones, confundimos con uno de esos caprichos “prohibidos” debido a su contenido en grasas. Sin embargo, te sorprenderá saber que las sardinas contienen numerosos nutrientes y beneficios, gracias a su condición de pescado azul.
De acuerdo con la Fundación Española de Nutrición, las sardinas “contienen un aporte de ácidos grasos poliinsaturados omega 3, por una ración, que casi cubre el 100% de los objetivos nutricionales recomendados para la ingesta diaria de la población”. Esta es, sin duda, la prueba definitiva de que este pescado supone un alimento más que recomendable a la hora de seguir una dieta equilibrada sin renunciar al mejor sabor.
Pero los beneficios que otorga el consumo de sardinas no está solo relacionado al omega 3. A continuación te compartimos todos los beneficios de comer sardinas enlatadas.
Beneficios de las sardinas en lata
- Las sardinas en conserva tienen un alto contenido de proteínas que son buenas para el desarrollo muscular. Por ello, son muy recomendables para los niños, embarazadas y deportistas.
- La vitamina B3, presente en este pescado, ayuda a reducir el colesterol y combatir enfermedades como la diabetes y la artritis.
- La vitamina B12 aporta numerosos nutrientes a mujeres embarazadas y juega un papel importante en la producción de sustancias químicas del cerebro, que pueden ayudar a reducir el riesgo de depresión.
- La vitamina D fortalece el sistema inmune y ayuda a prevenir algunos tipos de cáncer.
- Su alto contenido de calcio ayuda a mejorar la calidad de los huesos.
- Contienen yodo, que ayuda a regular el nivel de energía y el correcto funcionamiento de las células. Además, fortalece el cabello, la piel y hasta las uñas.
- Su alto contenido en fósforo favorece el estado de los huesos y los dientes, mantiene el pH de la piel y mejora las funciones biológicas del cerebro.
- Por último, sus componentes grasos omega 3, presentes en todos los pescados azules, son saludables para el corazón, gracias a sus efectos antiinflamatorios y anticoagulantes, además de ayudar a reducir el colesterol y los triglicéridos.
Como puedes ver, las sardinas son mucho más que solo un manjar; incluirlas en tu dieta puede proporcionar muchos beneficios, además, hay muchísimas maneras de prepararlas, como las clásicas sardinas asadas. Ahora puedes disfrutar de este pescado sin sentirte culpable, pero recuerda, las conservas suelen tener mucho aceite, así que no las comas en exceso.