Cuenta la leyenda que durante los años 711 y 1492, en la boda de la princesa de Alborán y el califa de la época, se sirvió un plato en honor a la novia, el cual fue llamado alboronia. Los profesionales de la cocina resaltan que este fue el origen del pisto manchego. Llegó hasta la región de La Mancha mediante pastores, campesinos y gente que iba peregrinando para vender sus productos de temporada por la península.
Ahora que ya conoces los orígenes de esta receta manchega, te invitamos a leer hasta el final para aprender a prepararla y que quede perfecta. Antes de comenzar, recordemos el consejo del chef Jesús Lebrusan, él afirma que lo más importante al hacer pisto es el corte. Nos sugiere picar los alimentos en trozos muy pequeños, esto permitirá que liguen y emulsionen bien con el resto de los ingredientes.
Receta del pisto manchego
Ingredientes
- 2 cebollas
- 2 dientes de ajo
- 2 calabacines
- 2 pimientos verdes
- 1 pimiento rojo
- 2 tomates
- 1 hoja de laurel
- Aceite de oliva
- Sal al gusto
Elaboración
- Pela la cebolla y pícala en brunoise, es decir, en cubitos de medio centímetro de grosor.
- Lava los pimientos, quítales el tallo, las pepitas y pícalos en cubitos.
- Pon una cazuela amplia con un chorrito de aceite al fuego y pocha la cebolla junto con los pimientos a temperatura baja.
- Incorpora la hoja de laurel, el ajo entero y sin pelar en la sartén.
- Lava los calabacines, quítales los extremos y pícalos en rodajas finas o en daditos.
- Una vez que la cebolla se haya ablandado, añade en calabacín y rectifica la sal.
- 5 minutos después, incorpora el tomate picado y deja reposar.
- En cuanto la verdura esté bien pochada, rectifica la sal en caso de que sea necesario. Deja cocer a fuego suave por al menos 40 minutos.
- Al momento de servir, retira el ajo y el laurel. Disfruta tu plato con pan.
¿El pisto se come frío o caliente?
Los profesionales de la salud resaltan que podemos disfrutar este plato tanto frío como caliente. Recuerda que esta receta se pensó para hacer una comida ligera durante los días de verano. La costumbre es acompañarlo con unos huevos fritos o embutidos como la longaniza. No te olvides de servirlo en una cazuela de barro y comerlo con una abundante ración de pan. Así que siéntete libre de comer este plato como más te apetezca.
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El truco para hacer un pisto manchego perfecto
En algunas versiones del pisto manchego se acostumbra meter los tomates en agua hirviendo por 15 o 20 segundos, luego, pasarlos a un cuenco con agua fría. A continuación se pelan y se trituran, esto es, para que el tomate libere su sabor desde el inicio de la cocción. Para el resto de las verduras, se recomienda añadirlas en diferentes fases del cocinado, recuerda que la consistencia ideal de este plato es que quede jugoso. Sigue en Gastrolab España para encontrar más recetas para aprovechar las verduras.