Tienes todo para preparar una tortilla de patatas perfecta, te sabes la receta al derecho y al revés, cortas los ingredientes con la precisión de un cirujano, pero ¿qué sucede cuando llega el momento de echar la mezcla al sartén y dejar que el aceite haga su labor? En ese momento comenzamos a dudar hasta de nuestra propia sombra, pero no hay nada que temer, ahora te diremos cómo saber que la tortilla está cuajada, jugosa y lista para comer.
Si eres de las personas que voltean la tortilla de patatas con cebolla más de una vez ¡olvídate de eso! Con el trucazo que ahora compartiremos contigo, verás que ahorrarte tiempo, esfuerzo e ingredientes es mucho más fácil de lo que imaginas. Para preparar este delicioso plato tendrás que mezclar 7 huevos grandes, medio kilogramo de patatas, 1 cebolla, aceite de oliva y sal al gusto. Solo casca, pica, mezcla ¡Y al fogón!
¿Cómo saber que la tortilla está cuajada?
Isabel, del canal de YouTube, Cocinando con Isabel, nos dice que existen 2 métodos para saber si la tortilla está bien cuajada: Una vez que le hayas dado la vuelta, espera unos minutos. Si al remover el sartén, la preparación comienza a bailar y no se siente pegada, quiere decir que está lista. Otro detalle en el que debemos fijarnos es la consistencia, si al colocar una espátula de plástico por encima y presionar ligeramente, la mezcla no se hunde, significa que ya puedes retirarla del fuego y comerla.
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¿Cuál es la mejor, la tortilla cuajada o poco hecha?
Los debates en torno a este plato español tradicional no terminan, tenemos la discusión infinita para determinar si lleva cebolla o no. Para añadirle más sabor a la situación, la población no consigue ponerse de acuerdo sobre si la tortilla sabe mejor cuajada o poco hecha. Sin embargo, los expertos resaltan que la mejor es la cuajada, especialmente cuando es verano. Recuerda que el consumo de huevo crudo puede traer riesgos a nuestra salud.
Tips para cuajar una tortilla adecuadamente
Una vez que tengas la mezcla de tortilla de patatas lista, pon a calentar una sartén. Cuando haya cogido buena temperatura, échale un chorrito de aceite y vierte los ingredientes. Tápala y ponla a fuego mínimo, deja que se haga por 2 o 3 minutos. Dale la vuelta a la tortilla con ayuda de un plato y añade más aceite en caso de que haga falta. Cubre el recipiente una vez más y deja cuajar a fuego mínimo. Con este método solo hace falta que le des vuelta una vez para que quede buenísima.