El origen exacto del salmorejo cordobés es incierto, pero se cree que tiene sus raíces en la antigua Roma, donde se preparaba una mezcla similar llamada "salmoretum". Durante siglos, esta preparación se fue adaptando y evolucionando hasta convertirse en el salmorejo que conocemos hoy en día. Es una sopa fría cremosa y refrescante que ha conquistado los paladares de todo el mundo. Con ingredientes simples como tomates, pan duro y aceite de oliva, este plato tradicional andaluz te transportará a la esencia culinaria de Córdoba. Y lo más importante podrás personalizarlo a tus gustos.
El salmorejo cordobés ha sido una parte integral de la gastronomía de Córdoba durante siglos y ha pasado de generación en generación. Tradicionalmente, se elaboraba utilizando ingredientes básicos y locales, como pan, aceite de oliva, ajo, vinagre y tomates. En la actualidad, se considera una de las recetas más representativas de la cocina andaluza y ha trascendido fronteras, siendo reconocido y disfrutado en todo el mundo.
Receta del salmorejo cordobés
Ingredientes:
- 1 kg de tomates maduros
- 200 g de pan duro (preferiblemente tipo baguette)
- 100 ml de aceite de oliva virgen extra
- 1 diente de ajo (opcional)
- 30 ml de vinagre de vino (preferiblemente de Jerez)
- Sal al gusto
- Jamón serrano (para decorar, opcional)
- Huevo duro picado (para decorar, opcional)
Elaboración:
- Lava los tomates y córtalos en trozos grandes. Retira la parte verde del tallo si la tienen.
- En un recipiente amplio, coloca los tomates troceados y añade el pan duro previamente remojado en agua durante unos minutos. Es importante que el pan esté bien duro, ya que esto ayudará a darle la consistencia adecuada al salmorejo.
- Añade el aceite de oliva, el vinagre y el diente de ajo (si decides utilizarlo). El ajo le dará un sabor más intenso, pero si no te gusta mucho, puedes omitirlo.
- Salpimienta al gusto y, con la ayuda de una batidora de mano o un procesador de alimentos, tritura todos los ingredientes hasta obtener una crema homogénea y sin grumos. Si es necesario, puedes añadir un poco de agua fría para ajustar la textura.
- Prueba y ajusta el punto de sal y vinagre según tus preferencias.
- Una vez que hayas obtenido la consistencia deseada, pasa la mezcla por un colador o chino fino para eliminar las posibles semillas y pieles de los tomates.
- Transfiere el salmorejo a un recipiente y déjalo reposar en el refrigerador durante al menos una hora para que esté bien frío y los sabores se mezclen.
Sirve el salmorejo cordobés en platos hondos o cuencos individuales. Puedes decorar cada porción con jamón serrano picado y huevo duro picado por encima. También puedes añadir un chorrito de aceite de oliva extra y espolvorear un poco de pimentón dulce si lo deseas. El salmorejo cordobés es perfecto como primer plato o como entrante en comidas o cenas. Se puede acompañar con trozos de pan crujiente o picatostes.