¿A quién no le gustan unas ricas patatas fritas? Es que además de ser el complemento ideal de muchas recetas, son tan deliciosas que no podremos parar de comerlas. El problema es que suelen enfriarse con mucha facilidad y, lamentablemente, pierden mucho sabor. Te contamos un truco genial para comer patatas calientes y muy sabrosas.
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Esta deliciosa receta, que nos llega desde Canadá, además de la salsa, lleva queso cheddar fresco, que se puede sustituir por algún queso feta. Y en lo que respecta al armado de la salsa, si no tienes caldo de carne, o alguna preparación similar de una comida anterior, no hay problema, puedes utilizar un caldo en cubos.
Ingredientes
- Patatas, 1 mediana por persona
- Aceite para freír
- Sal
- Salsa de carne (gravy)
- Queso feta, 30 g por persona
- Queso curado rallado
- Cebolleta fresca
- Pimienta recién molida
- Preparación
Lo primero que vamos a hacer es lavar y quitar la cáscara de las patatas, y luego, cortarlas en bastones no muy finos, ya que queremos que nos queden tiernas por dentro y muy crujientes por fuera. Usa bastante aceite y bien caliente, es la técnica perfecta para lograr la cocción justa.
Una vez que estén listas, escurrir sobre papel absorbente, colocar en una fuente y condimentar con sal y pimienta, y por encima, agregar el queso feta desmigado. Calentar la salsa hasta el punto de hervor y regarla sobre las papas. Si quieres sumar un toque más de sabor, coloca un poco de queso curado rallado, cebolleta picada y pimienta recién molida. A disfrutar antes de que se enfríen.