Para que no tengas que encender el horno, existe una receta de albóndigas de calabacín y queso para que disfrutes en cenas o almuerzos en familia. Armarlas es muy sencillo, solo tienes que tener en cuenta el tiempo que te llevará escurrir los vegetales para que no arruinen la consistencia de estas bolas deliciosas con parmesano y requesón.
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Esta receta de albóndigas te rendirá aproximadamente para cuatro porciones o comensales. Los ingredientes que necesitas son:
Sal
Aceite de oliva virgen extra
800 g de calabacín
Harina de trigo
75 g de queso parmesano rallado
Pimienta negra molida
75 g de requesón
40 g de pan rallado
4 g de ajo granulado
1 huevo
Albahaca u otras hierbas a elección para sazonar
Esta receta sin horno tiene como primer paso lavar y rallar (en forma gruesa) las unidades de calabacín. Luego debes colocarlo en un colador adecuado para que suelte su propio líquido y no se modifique la textura de las albóndigas que tiene que quedar bien compacta. Puedes agregarle sal para que el proceso sea más rápido.
Lo ideal es que dejes escurrir los calabacines durante una hora al menos. Luego termina de quitar el líquido manualmente, presionando contra el colador y ya tendrás tu ingrediente principal apto para proseguir a elaborar las albóndigas. El paso que sigue es hacer una mezcla de huevo, pan rallado, quesos, albahaca y ajo en un bol.
Una vez que tengas estos ingredientes mezclados, debes añadir el calabacín rallado y salpimentar a gusto. En el caso de que no se aglutine de forma adecuada, puedes utilizar más pan rallado para que permita luego moldear mejor las albóndigas. Cuando tengas las unidades formadas, tendrás que rebozarlas por harina, luego mandar a freír, escurrir, secar y disfrutar acompañadas con alguna salsa o guarnición.