Esta fruta es una de las más elegidas en las épocas veraniegas para desayunos, smoothies y preparaciones dulces. Hoy te enseñamos sus propiedades y cómo puedes conservarlo por más tiempo en la nevera. Cuando pensamos en el mango, imaginamos una fruta dulce y fresca. Y estamos en lo cierto porque se trata de una fruta que florece en las épocas veraniegas.
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El mango es nutritivo y aporta un sabor tropical y muy jugosa a nuestras preparaciones. Desde consumirlo en el desayuno cortado o hacerlo en licuado, hasta postres y preparaciones con más elaboración, esta fruta se amolda perfectamente a nuestras necesidades. Una porción de mango, equivalente a ¾ de taza, sólo contiene 70 calorías, algo que resulta muy atractivo ya que es un alimento que genera saciedad. Contiene más de 20 minerales y vitaminas fundamentales para nuestra alimentación, por lo que es un buen ingrediente para sumar a nuestro plan. Sin ir más lejos, una porción de mango contiene el 50% de vitamina C, que necesitamos a diario; mientras que contiene el 8% de vitamina A y vitamina B6 de la ingesta diaria recomendada. Contiene fibra, carbohidratos, folato y cobre, entre otros componentes.
Al tratarse de una fruta de estación, es complejo conseguirla en épocas más invernales. Aunque hoy te traemos la solución para conservar el mango a la perfección. A continuación, te enseñaremos en simples pasos cómo puedes conservar el mango en casa para almacenar en la temporada baja. En este caso, te recomendaremos la forma más sencilla y saludable, aunque también puedes conservarlo en almíbar y te aseguro que será delicioso.
¿Cómo almacenar el mango?
En este caso, te enseñaremos cómo freezar el mango. Requiere de un proceso específico para poder conservar su jugosidad y que queden tal cual como si estuviesen frescos. Comenzamos pelando los mangos y cortándolo en cubos, dejando fuera el centro o carozo. Colocamos los trozos de mango separados en una bandeja con papel de horno, esto permitirá que absorba un poco el agua de la fruta y no se peguen entre sí cuando los congelemos. De ser necesario, hacemos varias capas de papel y mango, ya que debemos evitar que se toquen entre sí. Llevamos la bandeja al congelador o freezer y los dejamos hasta que estén completamente congelados. Recién en ese momento podemos pasar nuestros trozos de mango a una bolsa hermética. El mango puede conservarse por 6 meses en el freezer.