La gilda es un pintxo ácido, picante y salado de origen vasco y que lleva su nombre por la película “Gilda”, protagonizada por Rita Hayworth. Según se cuenta, el origen de la gilda se atribuye al bar donostiarra Casa Vallés, que acompañaba sus bebidas con algunos encurtidos, hasta que un día, un cliente muy avispado decidió ensartar guindillas y aceitunas, con alguna anchoa. Y fue toda una revolución.
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Este pintxo fue el punto de partida para que todos los bares cercanos a Casa Vallés fueran elaborando sus propias gildas y así acompañar a las bebidas hasta el punto de que los visitantes acudían a pedir gildas antes que las bebidas.
La gilda ha ido, con el paso del tiempo, convirtiéndose en un referente en casi todos los bares españoles, siempre a la última y adaptándose a los productos de temporadas y las modas. La clásica gilsa lleva sólo cuatro ingredientes en su sencilla receta:
- Anchoas en mantequilla ahumada (3 unidades)
- Aceitunas rellenas de anchoa (6 unidades)
- Piparras (3 unidades)
- Aceite de oliva virgen extra (un buen chorro)
Si los ingredientes son sencillos, la receta para hacer una gilda lo es aún más. Sólo hay que seguir un orden y es bastante intuitivo. Primero hay que sacar las anchoas de la nevera para que se atemperen antes de manipularlas y así que la mantequilla se ablande. Sacarlas, limpiarlas bien y enrollarlas sobre sí mismas.
Por otro lado, un ingrediente clave de las gildas son las piparras. Las que hay que cortar en tres trozos, quitando el rabo. Coger un palillo o brocheta, parte clave de la gilda, e insertar los tres trozos de piparra, una anchoa y dos aceitunas rellenas de anchoa. Aliñar con abundante aceite de olvida virgen extra, colocar las que hagamos en una bandeja y a disfrutar. ¡Gilda lista, más sencillo sería imposible!