Si quieres probar una receta vegetariana sencilla y con grandes resultados ¡no dejes de leer la receta de hoy! Una preparación a base de soja texturizada, que nos permitirá hacer unas albóndigas sin carne ¡una gran receta vegetariana! En pocos pasos y con ingredientes fáciles de conseguir ¡una gran comida!
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Recuerda que necesitaremos unos minutos para hidratar la soja, para esta receta necesitaremos un poco de agua caliente o caldo de verduras o el que prefieras. Ahora bien, nos toca hacer estas ricas albóndigas vegetarianas.
Ingredientes:
- 2 tazas de soja texturizada
- 1 cebolla mediana
- 1 morrón
- 2 dientes de ajo
- 4-6 cucharadas soperas de harina
- 1 puñado de perejil fresco
- Condimentos: Sal, pimienta negra, pimentón dulce, ají molido
Paso a paso:
Hidratamos la soja texturizada colocándola en un bol y cubriéndola con agua caliente. La dejamos reposar por unos minutos mientras continuamos con la receta. En una sartén con aceite colocamos el morrón, la cebolla y los dientes de ajo picados bien pequeños. Salteamos por unos minutos hasta que la preparación tome un color más dorado y reservamos.
Mientras escurrimos la soja. Debemos enjuagarla con abundante agua y luego la escurrimos sobre un colador apretándola con las manos para que libere toda el agua. Veremos que está más tierna y su textura ha cambiado. En un bol colocamos la soja, el perejil picado bien pequeño y las verduras previamente salteadas. Condimentamos con sal, pimienta, ají molido y pimentón a gusto y mezclamos hasta integrar. Luego agregaremos unas cucharadas de harina de la que más nos guste (avena, de trigo, de garbanzos, etc.). Debemos ir agregando poco a poco y mezclando, notaremos que la mezcla comienza a tomar consistencia y cuando esté firme como para armar nuestras albóndigas, estará lista nuestra pasta. Dejamos reposar la mezcla tapada por al menos 30-40 minutos en la heladera. Una vez transcurrido este tiempo, armaremos las albóndigas. Las cocinamos en una sartén con aceite y las vamos girando para que se cocinen de manera pareja hasta que estén doradas y ¡listas nuestras albóndigas!