El ajo es uno de los alimentos naturales de muy fácil acceso a la compra y en un precio para todos los bolsillos. Esta verdura se utiliza mucho para sazonar carnes y verduras dándole un toque más robusto a los sabores por lo que abusar del él, pude arruinarte el plato.
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Además, el ajo cuenta con componentes que ayudan al organismo, científicos han comprobado sus propiedades antioxidantes. Este producto también posee cualidades cardioprotectoras, anticancerígenas, antiinflamatorias, inmunomoduladoras, antidiabéticas, antiobesidad y antibacteriales, entre otras. Se dice que toda persona que sufre enfermedades cardiovasculares debe consumir una cabeza de ajo todos los días para regular la presión arterial.
El hacer ajo confitado es una de las maneras en que puedes realzar los sabores de casi cualquier alimento, simplemente dejándolo al calor durante largo tiempo. La receta requiere solo tres ingredientes: ajos, aceite de oliva y alguna hierba sustanciosa como el romero, el tomillo y/o el laurel, que, con calor y tiempo, crean algo sabroso, saludable y útil.
Es decir, si estas con la sartén en la mano empieza teniendo 4 cabezas de ajo con los dientes separados, sin pelar. Luego agarra un puñado pequeño de ramitas de tomillo, romero y/o laurel con una taza y media de aceite de oliva extra virgen. Si ya cuentas con esos todos los elementos a disposición, vamos a la preparación.
Finalmente, se debe recalentar el horno a 250°C. Luego, separar los ajos de la cabeza y dejarles la piel. Colocar los ajos, las hierbas y el aceite en una fuente para hornear o en una cacerola pequeña resistente al calor del horno. Es importante que cubras con papel aluminio y hornear hasta que el ajo esté tierno, de 60 a 75 minutos. Comprobar que los ajos están suaves pero consistentes, con una textura parecida a la de una jalea. Dejar enfriar.