El brócoli es la verdura con muchos beneficios para nuestra salud. Aporta a nuestro organismo varias vitaminas y minerales. Una porción de 200 gramos nos da la cantidad necesaria de vitamina C que una persona requiere en forma diaria. Tiene mucha fibra lo que permite tener un mejor tránsito gastrointestinal.
Según los expertos, el brócoli casi no tiene calorías pero con si contiene mucho calcio, potasio y hierro, entre otros nutrientes. Además sirve para prevenir el cáncer y la diabetes. Uno de los antioxidantes que tiene es el sulforafano que permite evitar dichas enfermedades.
Lo más recomendable es comer el brócoli crudo para no perder ninguna de sus propiedades y es lo menos habitual que hacen las personas. Para conservarlo y aprovechar todos sus beneficios cuando lo congelamos debemos hacerlo dentro de una bolsa, cortado en partes y en forma hermética.
Antes de meterlo dentro la bolsa, el brócoli debe estar lo menos húmedo posible y quitarle todo el contenido de agua que tenga para eludir la formación de hongos. De esa forma, está listo para dejarlo en el congelador y disfrutar de todas las propiedades beneficiosas.
A la hora de ingerirlos desde el congelador la mejor opción es hervirlos entre 4 y 5 minutos. Para que no pierda sus beneficios, el brócoli debe cocinarse lo menos posible y hacerlo al vapor es lo más recomendable. Así se consume una verdura que tiene muchas propiedades y beneficiosas para el organismo.
Los beneficios aumentan cuando se lo cocina con germinados o semillas de mostaza. El brócoli es sabroso cuando es condimentado con pimienta negra, aceite de oliva y jugo de limón. Siendo bien aliñado es una comida saludable y de mucha utilidad para nuestra salud.