Si te vuelven loco estos pasteles como el bizcocho borracho te proponemos una interesante receta que combina sabor, texturas y un innovador ingrediente: el rooibos. Esta planta que habitualmente se utiliza como infusión, nos servirá para dotar este dulce de un sabor original que combina perfectamente con la canela.
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Borracho con canela
Bizcocho
180 gramos de azúcar
50 gramos de yemas de huevo
250 gramos de huevo entero
217 gramos de harina floja
30 gramos de almidón de maíz
112 gramos de claras de huevo
12 gramos de mantequilla
50 gramos de azúcar
Almíbar
600 gramos de agua
50 gramos de rooibos de canela
200 gramos de azúcar
50 gramos de miel
Yema clara
60 gramos de agua
180 gramos de azúcar
250 gramos de huevos
10 gramos de almidón de maíz
El zumo de 1/2 limón
2 cucharadas de azúcar moreno para caramelizar
Preparación
Para comenzar la receta de bizchocho borracho con canela de este delicioso postre elaboramos las diferentes preparaciones. En primer lugar, montamos las yemas con azúcar y añadimos poco a poco los huevos. Por separado, montamos las claras a punto de nieve con azúcar. Con la ayuda de una espátula integramos las dos preparaciones.
Seguidamente, agregamos la harina, el almidón y la mantequilla previamente fundida. Finalizamos esta parte de la receta de bizcocho borracho con canela volcando la masa en un recipiente o molde cuadrado. Cocinamos en el horno a 180ªC unos 20 minutos y una vez tibio reservamos en la nevera. Continuamos con el resto de preparaciones de la receta. El siguiente paso será realizar una infusión fría con agua y el rooibos. Dejamos reposar un día entero. Cuando pasen estas 24 horas, añadimos el azúcar, la miel y hervimos. A continuación reservamos en frío.
Ahora, preparamos la yema clara, para ello mezclamos un huevo con el almidón y procuramos que nos queden grumos. Sumamos el resto de huevos y mezclamos. Seguidamente, hervimos el agua y el azúcar y escaldamos la mezcla de huevos y almidón. Espesamos al fuego la mezcla. Una vez fuera del fuego, agregamos el zumo del limó y volvemos a mezclar. Vertimos en una fuente o bandeja, tapamos con papel film y reservamos en la nevera.
Finamente, cortamos el bizcocho borracho de forma rectangular. Empapamos con el almíbar de rooibos. A continuación, cubrimos la parte de arriba del bizcocho con la yema clara y utilizamos el azúcar moreno con una pizca de canela, para caramelizar con la ayuda de un soplete de cocina.