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¡Receta infalible! El truco de cocina para que la morcilla quede crujiente y no se deshaga

Con este truco, ya no tendrás miedo de cocinar morcilla en casa, porque no se deshará.

¡Receta infalible! El truco de cocina para que la morcilla quede crujiente y no se deshaga.Con este truco, ya no tendrás miedo de cocinar morcilla en casa, porque no se deshará. Fuente: Pinterest
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La morcilla es uno de los productos más tradicionales de la gastronomía española. Desde tiempos pasados, se utiliza todo lo que da de sí un animal, como es el cerdo, en la hora de la matanza.

¿Qué es la morcilla? 

La morcilla se elabora con la sangre del cerdo, cebolla y según la zona, también arroz. Pero cocinarla, es un arte, que no todo el mundo domina. Lograr que la morcilla, no se rompa y quede crujiente, pero jugosa, es más sencillo de los que parece, pero es cierto que hay ciertos trucos que pueden ayudar a conseguirlo. La clave es freír la morcilla en abundante aceite caliente, pero no quemado.

Cómo hacer morcilla crujiente y jugosa. Fuente: Pinterest

Ingredientes:

- 1 morcilla de arroz.

- Aceite de girasol.

Receta para freír la morcilla correctamente:

La morcilla tiene que estar a temperatura ambiente antes de freírla. Por lo que, si se ha comprado al vacío, habrá que sacarla del envoltorio unos 15 minutos antes para que se atempere y que se airee. Pasado ese tiempo, hay que quitar el cordón y las grapas que suelen llevar las morcillas para poder cerrarlas bien.

Poner una sartén con abundante aceite de girasol al fuego e ir calentándolo. Es mejor el de girasol por tres motivos: se necesita más cantidad, por lo que es más barato este tipo de aceite; no dará sabor a la comida como ocurre con el aceite de oliva; y, además, alcanza más temperatura. Mientras se calienta el aceite, se corta la morcilla en rodajas no muy grandes, entre un centímetro y medio más o menos.

Cómo hacer morcilla crujiente y jugosa. Fuente: Pinterest

Una vez esté el aceite de girasol bien caliente, se colocan las rodajas de morcilla. La clave es no añadir demasiadas rodajas en la sartén para que no se peguen y se puedan romper entre ellas. Hay que freír las rodajas de morcilla un minuto y medio por cada lado. Para saber si están bien hechas, simplemente hay que ver que los granos de arroz que lleva la morcilla, estén bien hechos y con un toque marrón.

 Una vez hechas, sacar de la sartén las rodajas de morcilla y colocar en papel de cocina para que suelten el aceite sobrante y la grasa. Servir y disfrutar.