¿Estás buscando consejos para preparar un bizcocho esponjoso y perfecto? Entonces tendrás que empezar con lo más básico: El molde. Así es, ahora te diremos cuál es el mejor molde para preparar un bizcocho casero. Hemos escuchado que la repostería es todo un arte que combina ciencia, amor, y paciencia, por lo tanto, necesitaremos mucha práctica para convertirnos en lumbreras de los postres. Te proponemos comenzar tu camino para convertirte en un buen pastelero con los consejos de repostería que ahora te presentamos.
¿Cuál es el mejor molde para bizcocho?
De acuerdo con el sitio web Bon Viveur, el mejor molde para bizcochos es uno de metal. Este utensilio permitirá que el bizcocho gane volumen, ya que el calor del horno se distribuye de manera uniforme. Al usar moldes de metal conseguiremos un bizcocho uniforme y homogéneo. Los recipientes de acero inoxidable o aluminio son los más resistentes, fáciles de limpiar y los que tienen la mejor relación entre calidad y precio. Sin embargo, el sitio web Código Cocina nos sugiere que podemos emplear los moldes de silicona o de cerámica dependiendo de la receta de bizcocho.
¿Cómo curar los moldes de aluminio?
El procedimiento para curar un molde de aluminio es lavarlo con una esponja suave con agua tibia y jabón. Seca el recipiente y dale una pasada con aceite de cocina por toda su superficie. Enseguida, lleva el molde al horno a 200 ºC y déjalo en el calor hasta que se vea ligeramente dorado, repite el procedimiento por 2 o 3 veces más antes de usarlo por primera vez. Si no curas el molde de aluminio se formará una película resistente entre el recipiente y el bizcocho que puede provocar que el pan casero se quede pegado o se quiebre.
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¿Cómo cuidar los moldes de hornear?
Si quieres evitar que tus moldes de aluminio se manchen, tendrás que usar papel pergamino para evitar que las galletas o bizcochuelos se peguen. Aunque muchos moldes se pueden lavar en el lavavajillas, será mejor que los laves a mano, de esta manera te durarán por más tiempo. También es importante que no uses productos abrasivos para limpiar tus moldes. Por otro lado, evita a toda costa el uso de cuchillos para preservar la capa antiadherente. Finalmente, cuida tus recipientes de aluminio engrasándolos con desmoldante casero cada que los uses.