Llegó el momento de uno de los postres favoritos tanto de niños, adultos, personas de la tercera edad y de una gran parte de la población en España (o el mundo) pues además de su excelente sabor, también tiene un sin fin de maneras en que lo podemos incorporar en muchos platillos diferentes. Sin mencionar el hecho de que es muy fácil de preparar y seguramente se convertirá en tu aliado para consentir a toda la familia.
Aunque los helados que se venden en el supermercado o las tiendas de distribución pasan por procesos industriales muy elaborados y necesitan de máquinas especiales para adquirir su cremosa consistencia, nosotras conseguimos el secreto que nos dará un resultado bastante parecido, desde la comodidad de nuestro hogar.
Solo necesitamos de:
- Una tina o recipiente grande.
- Olla de aluminio.
- Hielo.
- Sal de grano.
- Yogur o nata de tu preferencia.
Fabricación:
Lo único que debemos hacer es tomar la tina para llenarla de hielo, agregar un puño de sal de grano, poner la olla de aluminio por encima, después agregamos el yogur o nata y comenzamos a batir con ayuda de una cucharada, después de un par de minutos comenzarás a notar como de a poco la consistencia de tu líquido comienza a solidificarse.
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Cuando tenga una consistencia cremosa ya estará listo para disfrutar, lo único que resta es combinarlo con tus toppings favoritos. No tengas miedo de experimentar con sabores diferentes, como por ejemplo helado de limón y refresco de cola, que tal vez no suene a una combinación ganadora, pero que te dejará impresionada.
Deja de esperar y comienza a preparar deliciosos helados caseros con los que podrás darle la vuelta al calor del verano.