Lo sabemos, deciros que es posible hacer leche condensada sin azúcar os ha dejado flipando, porque es imposible concebir esta preparación sin ese toque dulce y cremosito que a todos os fascina y nos deja queriendo más, pero no hay que olvidar que es un alimento procesado, por lo tanto, hay que consumirlo de forma esporádica para no aumentar de golpe nuestro consumo calórico, tal y como lo recomienda el portal Gastronomía & Cía. Según ellos, la leche condensada no es más que leche de vaca a la que se le extrae el agua y se le agrega azúcar. Es por eso que hoy queremos enseñaros una versión más saludable y apta para todos.
¿La leche condensada es buena o mala para la salud?
El portal Productos con salud destaca los siguientes beneficios de la leche condensada:
- Al igual que todos los lácteos, es un fuente de calcio y fósforo para nuestros huesos y mejora nuestra actividad cerebral.
- Aporta vitamina A y D, las cuales nos dan ese levantón energético, además conserva joven nuestra piel y la hidrata. Igualmente contiene vitamina C que fortalece nuestro sistema inmunológico.
- La vitamina B y el magnesio, también presentes, consiguen que se formen nuevos glóbulos rojos en la sangre y el flujo de esta sea mejor.
- Es aconsejable tomar algo de leche condensada al inicio y después de realizar un gran esfuerzo físico ya que es fuente de hidratos de carbono, proporcionando energía rápida para poder darle vitalidad a tu organismo.
Por otro lado, la Escuela de antienvejecimiento nos dice que:
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- Su consumo puede ser contraproducente para los que desean perder peso debido a su alta concentración de calorías, azúcar y grasas.
- Es perjudicial para los intolerantes a la lactosa.
- Puede agravar la gastritis.
¿Cómo preparar la leche condensada saludable?
Ingredientes
- 1/2 taza de leche en polvo
- 1/4 de taza de leche de almendras
- 1 cda de extracto de vainilla
- Endulzante al gusto
Receta de la leche condensada saludable
- Pon en un recipiente la leche líquida, la leche en polvo y el endulzante.
- Revuelve perfectamente con la ayuda de una batidora eléctrica para que no queden grumos.
- Una vez que la textura sea densa, agrega el extracto de vainilla.
- Remueve hasta obtener la textura clásica de la leche condensada.
Una vez obtenida la textura deseada, hay que guardar la leche condensada en un tarro con tapa y reservarla en el frigorífico. Con el frío quedará un poco más densa, pero se puede batir fácilmente para utilizarla y acompañar lo que más os guste, pueden ser desde magdalenas, tortitas o utilizarse para rellenar algún bizcocho o incluso como complemento para bebidas. Si la textura es demasiado espesa, se puede agrega un poco más de líquido para tener la textura ligera y cremosita. Igualmente podéis cambiar la leche por cualquiera de vuestra elección, puede ser alguna bebida vegetal o leche entera de vaca, si queréis una receta libre de productos de origen animal, entonces hay que sustituir la leche en polvo por una que sea 100% vegana.