Los buñuelos de naranja son de esas típicas recetas que solemos comer en las casas de nuestras abuelas. Eon muy fáciles de preparar y llevan pocos ingredientes. Lo que sí debemos tener en cuenta para que nos queden perfectos, es la consistencia de la masa, nos tiene que quedar como una crema pastelera o una bechamel espesa, y eso se logra según el número de huevos, y el tamaño que tengan, si son grandes vas a necesitar menos y si son chicos un par más.
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Este tipo de recetas surgieron de la pobreza y el rebusque de las madres cuando había pocas cosas en casa y muchas bocas por alimentar. A pesar de su sencilla cocción, es muy versátil, ya que se los puede hacer dulces, salados y hasta agridulces. Los más comunes son los de banana y naranja porque son dos frutas que siempre hay en una casa. En esta oportunidad haremos los segundos siguiendo al pie de la letra la típica preparación.
Ingredientes
- 1 naranja mediana
- 3 huevos
- 1 cucharada sopera de aceite de oliva (opcional)
- 1 cucharada postre de azúcar
- 200 gramos de harina de trigo
- 1 sobre de polvo de hornear
- 1 pizca de sal
- Aceite de girasol para freír
- Azúcar para rebozar
- Preparación.
Preparación
Para elaborar esta receta vamos a utilizar cada una de las partes de la naranja. Primero que nada vamos a lavarla, luego, rallamos la cáscara y exprimir o hacer un puré con la pulpa. En un bol colocar el pure de la pulpa de la naranja y añadir los tres huevos. Incorporar la cucharada de azúcar y la de aceite de oliva. Batir unos segundos hasta que se una todo.
En otro recipiente, tamizar la harina con el polvo de hornear con una pizca de sal. Incorporar la naranja y otros ingredientes en la harina. Remover bien con una espátula hasta integrar todos los elementos. Deben freírse a temperatura media, unos 165-170ºC, para que el buñuelo forme costra dorada en el exterior y se hinche rápidamente, pero sin quemarse muy pronto por fuera dejando el interior crudo.
Calentar a fuego alto una sartén y agregar el aceite de girasol, cuando esté bien caliente, con una cuchara y mucho cuidado de no quemarte incorpora pequeñas bolas de masa. Dejar que infle y dorar de ambos lados. Retirar los buñuelos de cocción y colocarlos en un plato con papel absorbente. Cuando estén tibios, rebozar con un poco de azúcar y disfrutar.